¿Mosquitos o agroquímicos? ¿Dengue o intoxicación?

Por Juan C. Starchevich

Charata se caracteriza por estar dentro de una zona seca, por lo tanto no es el lugar más propio para la existencia de mosquitos. Es un lugar donde la gente puede sentarse en la vereda, en el patio de su casa, y en cualquier lugar por las noches sin tener necesidad de estar espantando insectos porque muy rara vez se notan su presencia. Por otro lado me pregunto, ¿cómo pudieron atravesar estos pocos insectos (egipcios), tantos kilómetros de suelo argentino (pasando toda la zona litoral), para instalarse en Charata?
¿Cómo es posible que en Corrientes, Resistencia y zona litoral, donde abundan los mosquitos se detecten muy pocos casos (comparados con Charata), de ese estado febril que conduce a la muerte?

Los datos publicados de Charata corresponden al hospital local, pero no se habla de los internados en las clínicas privadas y domicilios particulares de personas del centro de la ciudad que también padecen ese estado febril que los deja en cama.

¿Serán los mosquitos? De ser así, tendría que estar enfermo todo Resistencia y la región litoral. Aquí en Charata muchos comenzamos a dudar y vemos más viable otras razones.

¿Qué tipo de control se tiene sobre el uso de agroquímicos en nuestra zona, “capital de la agricultura” y por ende “de las fumigaciones agrícolas”?

Si acaso se usan elementos tóxicos ¿estos se quedan inmóviles en los objetos fumigados? Los campos que también se fumigan lindan con los barrios residenciales; no están a kilómetros del pueblo sino cruzando una calle en el último barrio de viviendas a la redonda.

Los vehículos que se usan en el campo acceden todos los días hasta el centro de la ciudad con tierra y barro del lugar, donde parte de ello se deposita en nuestras calles.

Los vientos, las lluvias, la absorción a la primera napa de agua también hacen lo suyo. Sepan que Charata no dispone de agua potable, ni existen cañerías de ninguna clase para distribuir algún tipo de agua, se usa de la primera napa “para toda necesidad”.

¿Podrá tener alguna consecuencia en la salud la absorción humana de esos vapores que emergen de las calles pavimentadas, con tierra y barro, en estos calores chaqueños?

¿Y ese polvillo de tierra que vuela por los aires con el paso de los vehículos y el viento será que es tierra libre de tóxicos?

Quizás los funcionarios del Ministerio de Salud tengan razón; tal vez no sea dengue, puede ser algo peor.

Muchas veces vemos camionetas cargadas con cajas residuales de agroquímicos usados que se internan en la ciudad sin ningún tipo de reparos ni controles. ¿Será que esas cosas son inocuas? No lo creo. ¿Que hacen con esos residuos? ¿Donde los tiran? ¿Alguien controla?

¿Serán los mosquitos (insectos), o los mosquitos (fumigadores)?

A veces me pregunto, ¿para qué sirven los municipios, los intendentes y concejales?

¿Qué tipo de políticos disponemos hoy en nuestro Chaco? Me refiero a todos los partidos políticos, y especialmente a aquellos que aspiran integrar listas electorales. ¿Qué hacen en su vida cotidiana? ¿Qué piensan? ¿Qué proponen? ¿Cuales son sus intereses? ¿Solo se ocupan en hacer alianzas para llegar al poder?


¿Habrán visto que los barrios, poco a poco, se van transformando en villas miserias? ¿Que al trabajador se lo convierte en mendigo? ¿Al militante político en un mercenario de las nuevas corporaciones del gobierno? ¿Lo único que importa es ganar? ¿Y después?

Los políticos no dicen nada respecto de los agroquímicos porque esperan dinero sojero para las campañas electorales, pero ¿cual será el precio de devolución? ¿No será como el caso de la droga?

Si hubiésemos tenido un gobierno, les pediría que investiguen esto y den una urgente respuesta. Esto no se soluciona declarando una “Emergencia Sanitaria” del mismo modo que se declaran los feriados y asuetos. Hay que hacer algo, pero se que ellos no pueden. Por más que quisieran no podrían, no están hechos para esto, por lo tanto debemos procurar un pronto gobierno para poder darle la forma necesaria a esta población sin conducción ni objetivos sociales.