Páginas

martes, 19 de enero de 2010

Carta de un Director de escuela

Una carta de un docente, docente genuino que grita desde el silencio. Un docente que se abre camino pasando entre tantos intereses e interesados de “representantes intermediarios”. Un verdadero paladín que presenta como espada su pluma y como escudo su corazón.
Esta carta está dirigida al Jefe de Gobierno de Bs. As. Mauricio Macri. Pero yo la hago extensiva a todos los Gobernadores del país y a todos los Ministros de Educación.
También sería bueno que la lean "todos los gremios de la educación", sus seguidores y sus afiliados, y ya dejen de llamarse “trabajadores de la educación” y con suma urgencia se transformen en “DOCENTES”.

Me adhiero totalmente a esta carta acompañando también con mi firma. Juan C Starchevich.

Gentileza de Stella Maris Romaña (Resistencia Chaco)
No me extraña nada , son los mismos, que siempre generalizan, cuando les conviene. Así decían por algo será. Eso sí, son coherentes, en vez de hacer trabajar a los vagos, achican el presupuesto educativo.
Al Señor: Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Ingeniero Mauricio MACRI.
Presente.

por Roberto Juan Demarchi

De mi mayor consideración y respeto:

Tengo el alto honor de dirigirme a Usted y a todo el elenco que lo secunda, con el fin de solicitarles rectifiquen o ratifique lo expresado ante los medios de difusión, donde fue vertido su pensamiento con respecto a los docentes en general, diciendo que: “son todos Vagos”.

Lamento que tanto el señor Jefe como los miembros de su equipo de trabajo, piensen así de los maestros, porque me hacen dudar sobre qué clase de educación recibieron y si aquéllos que los formaron fueron unos Vagos y ustedes son el producto y muestra o resultante de esa vagancia.

Los invito a ustedes a demostrar ante la comunidad y ante toda la sociedad, la veracidad de lo que dicen.

La escuela pública argentina ha sido y es una de las mejores consideradas a nivel internacional a través de toda su historia. Los educadores argentinos siempre han sido modelo de abnegación, compromiso y capacidad.

Para su conocimiento y el de todos sus laderos, le informo que el docente es uno de los más decentes de todos los profesionales, junto con los médicos, enfermeros y demás personal de la salud.

El que abraza la vocación por la enseñanza, jamás lo hace pensando en enriquecerse, ni en hacer fortuna con su trabajo. Lo hace, como una forma de llegar al prójimo, sobre todo al más necesitado, para brindarle por medio de un acercamiento al mundo del conocimiento y de las ideas, las herramientas necesarias para no caer en la esclavitud de aquellos que los pretenden ignorantes para poder manejarlos a su antojo y en beneficio propio.

Los docentes, esos Vagos, hacen todo lo que ustedes por negligencia, omisión o por estar atendiendo sus propios intereses dejan de hacer.

Los docentes son esos Vagos que día a día le brindan a cantidad de hambrientos de la panza y del corazón todo el alimento que está a su alcance; son los que prestan oído a esos padres desesperados por no tener trabajo y no tener con qué alimentar a sus hijos. Son el paño de lágrimas de tantas madres solteras y/o abandonadas que no saben cómo educar solas a sus hijos sin los medios ni la preparación para hacerlo ante una sociedad llena de personajes que se encaraman en los más altos puestos del poder político, solamente para alcanzar sus más mezquinos intereses y aspiraciones, olvidándose de las promesas que hicieron a esos ingenuos, que creyeron en ustedes y les permitieron con su voto llegar al lugar al que han llegado.

Los docentes, esos Vagos, son los que pelean día a día con la vida y los medios para conseguir que todos sus alumnos tengan los útiles y herramientas que la familia no les puede brindar, para aproximarse al conocimiento.

Esos Vagos, son los que cuando un niño está enfermo, triste o presenta alguno de los tantos síntomas de abusos a los que son sometidos por mayores inescrupulosos, se preocupan por ellos, les brindan su apoyo incondicional y desinteresado, y se juegan ante la justicia para salvar a muchos de más humillación y más oprobio.

Los docentes, esos Vagos, son los que están permanentemente junto al niño y la familia.

Son los que se quedan fuera de horario para atender a ese niño cuyos padres no concurren a tiempo a retirarlos de los establecimientos por algún percance ocasional se lo impide, o por aquellos que consideran que la escuela es una guardería.

Son los que le sacan horas de atención a su familia para capacitarse permanentemente, para preparar sus clases, para corregir las tareas….

Si tanto odian a los maestros como para decir que son Vagos, por qué no se fijan y concurren a las escuelas con verdaderas necesidades, para interesarse por las mismas, y no digitar desde sus escritorios qué nuevos negociados perpetrarán escondidos detrás del lema de una supuesta mejora en la calidad educativa.

Estoy dolido, molesto y rabioso con usted y con todo su equipo, pero lo que se hace se paga de una u otra forma, en esta u otra vida, pero siempre se paga.

Y para que sepan señor Jefe de Gobierno y laderos, esta carta la estoy escribiendo en mi casa, después de una jornada intensa de trabajo esforzado y honrado, ingreso todos los días a las 07.30 de la mañana y me retiro de la escuela pasadas las 18.30 todos los días, sin contar los que he trabajado hasta las 21.00, 22.00 y hasta 23.00 horas, sin el pago de una sola hora extra, en forma silenciosa y permanente, pensando en el material humano que son mis chicos y en esa manga de Vagos que son mis maestros y de los cuales aprendo todos los días el arte de la entrega y el renunciamiento.

Yo escribo esta misiva desde el dolor que me provoca la ignorancia, arrogancia, soberbia y petulancia de los que nos “gobiernan”, que se permiten llamarles Vagos a aquéllos que se entregan permanentemente y en forma desinteresada al servicio de los que más necesitan.

Escribo porque considero que si los que “Trabajan y no son vagos”, son como ustedes que no hacen otra cosa que servirse del cargo que ostentan en propio beneficio y no como tendría que ser, estar al servicio de los demás desde el cargo, prefiero ser VAGO y no trabajador como ustedes.

Porque le he encontrado una nueva acepción o significado a esa palabra, que no está en ningún diccionario, pero sí en el corazón de cada docente:
  • V de valiente por enfrentarse en el día a día con las miserias humanas y tratar de brindar a los más necesitados la caricia de una palabra y el pan del amor sincero.
  • A de audaz y de arriesgado por intentar cambiar desde ese pequeño puesto de maestro un mundo lleno de injusticias y de mezquindades.
  • G de generoso porque para el que lo tiene todo ser generoso no es ningún mérito, sí lo es para el que no tiene casi nada y lo da todo, sin esperar compensación alguna ni gloria vana.
  • O de orgulloso por la diaria tarea, ardua y silenciosa de tratar de sembrar en nuestros niños sueños de libertad, de igualdad, de solidaridad.
Todo eso de lo que ustedes carecen.

Irrespetuosamente suyo, porque el respeto hay que merecerlo y hay que ganarlo, esperando su reparación pública a la ofensa inferida, de igual manera los saluda.

Roberto Juan Demarchi

1 comentario:

  1. EL DIA QUE DEJE DE SER EL HIJO DE "FRANCO" Y DE "CARLITOS BIANCHI" VA A MEJORAR...NO ES MAL CHICO...PERO NUNCA PASO NECESIDADES...ES DE LOS QUE MIRAN AL MUNDO DESDE UN HELICOPTERO, AVION ETC..Y SOLO "TRANSPIRAN" JUGANDO AL "FUTBOL"...POR LO TANTO PIERDEN LA LINEA DEL HORIZONTE..!!!:

    Cuando eres un educador siempre estás en el lugar apropiado a su debido tiempo.
    No hay horas malas para aprender. Betty B. Anderson

    Dar amor, constituye en sí dar educación. Eleonor Roosevelt

    Donde hay buena educación no hay distinción de clases. Kung FuTse, Confucio

    Educad a los niños y no será preciso castigar a los hombres. Pitágoras de Samos

    Educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía. John Ruskin

    ResponderBorrar

Si tiene inconvenientes para comentar, me envían el comentario al siguiente correo: jcsingc@gmail.com y yo se lo publicaré.