* Más abajo: Mensaje del Papa Benedicto XVI sobre el aborto.
Puntos de vista
El mundo, nuestro país, nuestro propio razonamiento se está acostumbrando a mirar “solamente” desde un solo punto de vista. Este punto de vista, naturalmente, es parcial (relativo), pues aunque no nos demos cuenta responde a una ideología aún cuando creyésemos que es una propia elaboración humana “real” despojada de creencias religiosas dependientes de seudos-iluminados cuyos consejos solo sirven para sus seguidores inmersos dentro de sus propias fantasías. Estas cosas existen, pues existen muchas religiones “creadas por el hombre” y no tienen nada que ver con la realidad de vida ni la realidad sobrenatural ni la realidad divina. Se llaman religiones, son muchas y no responden a la pregunta fundamental del hombre.
- Estas religiones responden más bien a un criterio filosófico denominado “idealismo”, pues solo son ideologías que pretenden “relegar” a Dios según criterios humanos. Significa que pretenden hacer “una religión para Dios”, creando un dios a imagen y semejanza del hombre, haciendo de la oración, y de la vida, una pérdida de tiempo.
- En segundo lugar está el criterio filosófico denominado “materialismo”, cuna y madre de las ideologías que hoy reinan en el mundo, la ideología liberal o capitalista y la ideología marxista o comunista o izquierdista (existen otras, pero básicamente hoy reinan estas dos). En Argentina pretenden imponer la ideología marxista (incluso de modo inexacto), barriendo y eliminando todo tipo de criterio “no-materialista”, obligando al hombre a “relegarse” a un nuevo orden de valores. Es una religión más, con la diferencia que plantean un dios diferente, un dios totalmente material que no va más allá de la materia. Es una religión que niega lo espiritual, en este sentido son ateos. Esta ideología considera al hombre un animal y lo trata como tal. No es de sorprenderse si luego plantean como solución el aborto, el divorcio, homosexualidad, consumo de drogas, pena de muerte,…, el fin justifica los medios…
- Por último tenemos el criterio “teologal”, que se basa en una revelación auténtica de Dios (Dios se muestra al hombre, le habla, lo escucha, le responde, lo acompaña, le hace favores, le enseña,…), único Dios, autor de la creación de todo el universo… Aquí se lo trata y concibe al hombre como ser humano con capacidad de trascendencia, de perfección, alejarse cada vez más de lo animal mientras se va acercando cada vez más a Dios que es Santo (perfecto). Esto genera religión, pues el hombre se relega a su Dios creador, cumple su voluntad y le rinde culto. Esto nada tiene que ver con “el idealismo”, pues este Dios es revelación y no imaginación humana como tantas religiones que adoran al sol, animales, objetos, hombres mortales, ideologías, etc.
Desde este criterio teologal se organiza la vida y se somete a ella la materia y todas sus cosas. Sería un error tomar esto como un punto de vista, pues la realidad no es un punto de vista (relativismo), sino la verdad.
Desde la verdad y con la verdad se presenta y desarrolla el siguiente tema:Juan C. Starchevich
El Papa: Aborto no resuelve nada ya que mata niños y destruye mujeres
Vaticano, Feb 26, 2011 / 10:15 am. (Actualizado a las 11:21 GMT-5)
Fuente: ewtn.com
Al recibir este mediodía (hora local) a los participantes de la asamblea general de la Pontificia Academia para la Vida, el Papa Benedicto XVI señaló que el aborto no resuelve nada, al contrario, mata a un niño, destruye a la mujer, enceguece la conciencia del padre de la criatura y arruina a la familia.
En su discurso en la Sala Clementina de Vaticano, el Papa explicó que el síndrome post aborto, uno de los temas de la asamblea, es esa "grave perturbación psíquica experimentada frecuentemente por las mujeres que se han sometido al aborto voluntario" que "revela la voz insuprimible de la conciencia moral y la herida gravísima que esta sufre toda vez que la acción humana traiciona la innata vocación al bien del ser humano, que ella testimonia"
Con el aborto, la conciencia moral se ve ofuscada, pero nunca deja de ser "aquel juicio de la razón mediante el cual la persona humana reconoce la calidad moral de un acto concreto" cuya tarea es "discernir el bien del mal en las diversas situaciones de la existencia, para que, en base a este juicio, el ser humano pueda libremente orientarse al bien".
Benedicto XVI dijo luego que "a quienes quieren negar la existencia de la conciencia moral en el hombre, reduciendo su voz al resultado de condicionamientos externos o a un fenómeno puramente emotivo, es importante señalarles que la calidad moral del actuar humano no es un valor extrínseco u opcional ni tampoco una prerrogativa de los cristianos o creyentes, sino algo común a todo ser humano".
"En la conciencia moral Dios habla a cada uno e invita a defender la vida humana en todo momento. En esta relación personal con el Creador está la dignidad profunda de la conciencia moral y la razón de su inviolabilidad".
El Papa recordó también que "cuando el hombre rechaza la verdad y el bien que el Creador le propone, Dios no lo abandona, sino que a través de la voz de la conciencia, sigue buscándolo y hablándole, para que reconozca el error y se abra a la misericordia divina capaz de sanar cualquier herida".
Benedicto XVI se refirió luego a los médicos, que tienen la "grave tarea de defender del engaño la conciencia moral de muchas mujeres que creen encontrar en el aborto la solución a dificultades familiares, económicas, sociales o problemas de salud de su niño".
"Especialmente en esta última situación, la mujer es con frecuencia convencida, a veces por los mismos médicos, de que el aborto representa no solo una opción moralmente lícita, sino incluso un necesario acto ‘terapéutico’ para evitar sufrimientos al niño y su familia, así como un ‘injusto’ peso para la sociedad".
Sobre este tema el Santo Padre precisó que "en un entorno cultural caracterizado por el eclipse del sentido de la vida, en el que está muy atenuada la percepción común de la gravedad moral del aborto y de otras formas de atentados contra la vida humana, se pide a los médicos una especial fortaleza para seguir afirmando que el aborto no resuelve nada, sino que mata al niño, destruye a la mujer y enceguece la conciencia del padre del niño, arruinando, con frecuencia, la vida familiar".
"Esa tarea, sin embargo, no corresponde solo a la profesión médica y al personal de la salud. Es necesario que toda la sociedad se ponga a la defensa del derecho a la vida del concebido y del verdadero bien de la mujer, que nunca, en ninguna circunstancia, podrá encontrar realización alguna en la elección del aborto".
En ese sentido el Papa recordó la urgencia de ayudar a las mujeres que han pasado por la tragedia del aborto y se refirió al llamado a la reconciliación con Dios que les hizo en la encíclica Evangelium vitae el Papa Juan Pablo II: una exhortación a dirigirse al Padre "y a su misericordia para encontrar perdón y paz en el sacramento de la confesión; así como confiarle con esperanza a vuestro niño".
Benedicto XVI también se refirió al segundo tema de la asamblea, los bancos de cordones umbilicales, alentó estas iniciativas solidarias y resaltó la validez ética de estos trabajos, especialmente en el campo de las células estaminales para evitar la eliminación de embriones humanos.
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