Nuestro país se ha caracterizado por tener una cultura cristiana católica desde sus cimientos, no es una ideología sino una revelación divina que nos enseña la vida desde el origen del universo hasta la conclusión final de la misma. De algún modo, se encuentra el hombre con posibilidad de ser cada vez más humano con vista a la perfección que significa estar saturado de Dios y esto significa ser santo. Esto es una evolución humana que va transformando al hombre y al mundo transfigurándolos.