Argentina es como un gran barco, quizás el más hermoso del mundo, con malos capitanes que se suceden mutuamente, con el timón conduciendo hacia cualquier parte o hacia ninguna, sin un mapa de navegación y sin tierra a la vista, dentro de un inmenso océano dando vueltas en círculos durante muchos años en este hermoso barco que se va deteriorando progresivamente perdiendo poco a poco su línea de flotación. Comienza a inundarse mientras todos corren a los pisos superiores a sabiendas que el océano los terminará tragando a todos por completo.
Ocurre que los capitanes no son navegantes, son alegres entusiastas noveleros que solo quieren pasarla bien consumiendo todo lo que encuentran porque han adoptado como ideología el slogan: “por cuatro días locos que vamos a vivir, te tenés que divertir”, tomando la vida como si fuese una naranja a la cual se le debe exprimir todo el jugo posible. Estos son los capitanes del hermoso y gran barco llamado Argentina.
La tripulación ha hecho de ese slogan su cultura y ha vivido durante muchos años o quizá décadas como embriagados del néctar de: “no te calentés, si todo se va a solucionar”; “ya va a venir alguien que va a arreglar todo, vas a ver”; “siempre que llovió, paró”…; y así se va viviendo generación tras generación anestesiado, distraído, hundidos cada vez más en la corrupción abrazando ese slogan como un ídolo, como un verdadero dios.
Cuando el agua comienza a inundar, solo se dan cuenta los que se mojan mientras el resto sigue en su eterno carnaval. Comienza la desesperación: ¡Hay que hacer algo! ¡Tenemos que reparar el barco!, pero el resto está totalmente embriagado, inconsciente, sumergidos en una absurda ilusión que no les permite ver la realidad de los que están despertando y han encendido las alarmas, quizá tarde o demasiado tarde, en este barco que ha comenzado a naufragar.
Las elecciones 2023
El resultado de las PASO ha encumbrado a tres candidatos presidenciables: Milei (30%), Bullrich (28%) y Massa (27%), espacios con posibilidades muy parecidas, cualquiera puede ganar en las elecciones generales de octubre.
Sergio Massa, inmediatamente después de ver estos resultados, hizo subir el dólar en un 20%, devaluando el peso con el consecuente aumento del costo de vida, quizá como castigo al pueblo por no haberlo votado en mayoría. Como diciendo: “si no me eligen en las generales, le prendo fuego al país”. ¡Pavada de candidato!
Patricia Bullrich, luego de una gran batalla feroz en su espacio político, al punto de arrancarse los ojos entre ellos, finalizó como la más votada dentro de un ring lleno de sangre de este espacio tan resbaloso donde todos tratan de mantenerse en pie para darse un falso abrazo de una falsa amistad de una pseuda unidad totalmente fragmentada con objetivos diferentes. Mujer que en su juventud militó en Montoneros, organización que secuestraba personas, colocaban bombas en varios lugares, incluso habitados por niños, matando personas en nombre de su causa Montonera. Ella, ahora, es candidata del espacio radical y del PRO. ¿Acaso ella se convirtió en ellos o ellos se hicieron montoneros? ¡Vaya incoherencia! ¡Pavada de candidata!
Muchos argentinos tenemos el agua en los tobillos, otros en el cuello, mientras que otros, muchos, ya están nadando o dando manotazos de ahogado. Es que el país se hunde y los de los núcleos duros de los partidos mayoritarios no se dan cuenta mientras siguen brindando embriagándose en su mundo de fantasías e ilusiones vanas.
Milei, cosa que flota en el agua, donde muchos manotazos de ahogados se aferran a él con la ilusión de salir a flote y salvarse, propone destruir muchas cosas, mientras que da la impresión de querer construir castillos en el aire. Me hace acordar a Hitler que logró seducir a toda Alemania con destrucción y castillos en el aire. Cuando los alemanes se dieron cuenta, ya era demasiado tarde. ¡Pavada de candidato!
Conclusión:
Para hacer una buena elección habrá que evaluar, en primer lugar, a los candidatos en su equilibrio psicológico y afectivo, su madurez, sus aptitudes de estadistas, propias de alguien que pretende conducir todo un país…
Muchos no vieron nada bueno en ellos y no han ido a votar, otros invalidaron su voto y otros votaron en blanco.
¿Cómo salvar nuestro barco?
Juan C. Starchevich
Juan Carlos, lei tu analisis. Reconozco tu virtuosismo, uno al leer, casi queda convencido, pero para tener un juicio, desde lo que es inmanente a nuestra humanidad, es decir las exigencias innatas debemos ver la correspondencia de lo que experimentamos. Lo primero. Maria Magdalena. Prostituta, se convirtio al Sr. Debemos pensar, nadie es perfecto en este mundo. Pero estamos llamados a.....
ResponderBorrarPensemos que un presidente, pobrecito, solo no puede hacer nada, pero si le dan las neuronas, puede rodearse de buenos colaboradores. Los principales, un pueblo comproometido, desde abajo. Por ejemplo, el intendente de Amstrong, un doctor, apolitico, reelegido por generar obras en la agricultura, lo vi con mis propios ojos, fabrica de sembradoras, cosechadoras, etc. Una zona en cte progreso. Porque vos y yo no nos comprometemos con algo? Me lo pregunto. En fin, si argentina es un barco, en el puerto esta tranquilo, pero no fue hecho para eso, sino para navegar en la tempestad. Argentina levantate y camina. Pensemos en elegir buenos capitanes, que nos lleven a un buen destino. No se, quizas es un dibague, pero un edificio se construye poniendo ladrillo sobre ladrillo. Vos tenes esa oportunidad con tus alumnos
JUAN CARLOS, me emociona mucho tu reflexión. Es así, pero tu última pregunta me interpela.
ResponderBorrar¿ Qué puedo hacer yo ?
Cómo nos dice el p. Leo, votemos al menos peor...
Si pensamos en el pasado político de algunos candidatos realmente es para no votarlos, pero está la esperanza de que se hayan arrepentido y deseen construir y reparar el mal hecho.
Si gana Patricia Bulrrich ojalá los perdedores la apoyen para trabajar juntos. Difícil pero no 100 % imposible.
Si gana Milei, al no tener suficiente número en las Cámaras, será muy difícil que pueda lograr sus cometidos.
Si gana Massa moriría la esperanza de algo nuevo para nuestra República. Es muy sano que haya cambios. Desterrar el fanatismo y el extremismo para nuestra querida Patria.
Qué nos diría Giussani ?
Creo q nos diría que vayamos a fondo con nuestras convicciones. Salgamos, cuidemos los votos, seamos fiscales, integrantes de Mesa con Cristo como bandera.
Como dice la tapa de última Huellas, SED REALISTAS, PEDID LO IMPOSIBLE.
Vamos hacia un gran purgatorio los Argentino.
ResponderBorrarEn un Pais donde tenemos Próceres que consagraron todo a Dios y a María Santísima y dónde Dios nos regaló un Vicario de su Hijo, nuestros osados dirigentes políticos se atreven a aprobar tifo tipo de leyes en contra de la familia y de la vida...!!! Esto yo lo vengo vaticinando desde que legislaron sobre el matrimonio igualitario, el aborto, y la invasión de adoctrinamiento sobre ideología de género en las escuelas y medios de comunicación...!!! El grado de perversión hacia los niños, jovenes y familia tradicional es escandaloso...!!!
Muchas Gracias Juan Carlos por tu articulo. Describe con una interesante metafora la situacion de un Pais sumergido en una grave crisis. Sin embargo es una excelente oportunidad para poner en juego nuestro yo y nuestra compañia como lugar de Esperanza. Quizas tengamos por delante valles mas oscuros pero nuestra Esperanza no reposa en los artifices de esta coyuntura politica sino en el Señor del Cosmos y de la Historia. Yo elegi y elijo uno de los tres candidatos que mencionas, y el voto en blanco y/ anulado no es opcion. Recemos la Oracion por la Patria y recordemos lo que dijo Bergoglio alla por el 2001. Cito el ejemplo de la caida del Imperio Romano. Todo se derrumbaba pero basto la aparicion de uno que se ensimismo con Cristo hasta la santidad para volver a generar un Pueblo Nuevo ( se referia a San Agustin).
ResponderBorrarTendremos que esperar que sedimenten todas las bravuconadas y ver que cuentan también los de las segundas filas.
ResponderBorrarSegún los estudios sociológicos de esta votación, y su comparación con anteriores actos electorales, la gente que votó a Milei nació o fue niño con Alfonsín, o sea ya en la época democrática.
ResponderBorrarPor tanto, la percepción de los actos electorales la fueron cimentando en el acontecer de los resultados que vivieron o padecieron con las elecciones, primero la que hicieron sus padres y después la que ellos hicieron, optando por uno u otro candidato.
En muchos casos claramente se sintieron decepcionados, les impactó el fracaso del gobierno de Macri, que había generado esperanza, y por esto logró hacer cambiar el criterio de Voto, ya que en ese tiempo pretendían un cambio.
Este cambio no se dio, la gente joven y/o los adultos jóvenes se hartaron de los “relatos” de los políticos tradicionales a los que ven empantanados. No han tenido ningún empacho en optar por otra alternativa, que se diferencia claramente de las “opciones de siempre”, en este caso Milei.
Vivo en un barrio de estudiantes, que vienen de todas partes del país, de buena posición económica, la inmensa mayoría votó a Milei, siendo su decisión fortalecida por las relaciones en las redes sociales.
Los jóvenes con trabajo estable, ganas de progresar y sin ataduras políticas, también se comunicaron por redes sociales y lo votaron.
En los pueblos chicos, los jóvenes arrastraron a los padres para que dejen de votar en forma tradicional y voten por “otra cosa”, que no saben que es, pero que “no se parece a lo mismo de siempre.”
Hay un hartazgo, no desesperación, en los votantes de Milei.