Católico, te pregunto ¿Por qué abandonaste el mundo dejándolo como tierra de nadie? ¿Por qué reclamas como tuyo lo que no has sabido conquistar? ¿Por qué abandonaste las viñas del Señor, permitiendo que el enemigo tome posesión de ellas?
¿No te das cuenta que las imágenes mostradas tan solo son como un ícono de tu alma? Cada cosa de las que se muestran es un poco o mucho de lo que guardas y atesoras en tu interior; pero hoy te da vergüenza porque te han desnudado mostrando tu miseria.
Me sorprende la falsa piedad de todos los periodistas y comunicadores sociales que hoy se escandalizan de los frutos obtenidos de las semillas que durante mucho tiempo ellos mismos han sembrado.
Me indigna la actitud de los obispos, sacerdotes y religiosos que hoy se quejan denunciando y haciendo alarde de una vocación que no la han sabido mostrar.
Me sorprende la actitud de los fieles católicos que solo se conforman con una misa dominical y sacramentos no practicados y se encuentran bajo la realidad de una miseria que ha crecido mucho más que su santidad.
¿Acaso seguimos con la esperanza de ser herederos del reino de Dios, mientras no somos capaces de cuidar sus viñas aquí en la tierra?
¿Qué dirá Dios, nuestro Señor? ¿Con quién se enojará, con ellos o con nosotros? Ellos solo muestran nuestra miseria, nuestra iniquidad, nuestra inacción, nuestra falta de fe, nuestro pecado.
¿Existen campañas de evangelización? ¿Anunciamos el Evangelio de Cristo? ¿Pretendemos que el mundo se evangelice a sí mismo sin conocer debidamente el Evangelio?, ¿sin que nadie se lo predique abiertamente en el mundo y en todas partes?
La verdad no se encuentra solo en creer en Cristo, sino en creerle a Cristo. De este modo el mundo sería diferente, no habría guerras, injusticias, … Esto no nos dice que Dios no existe; solo nos dice que quien realmente no existe es el hombre.
Juan C Starchevich
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