Homenaje a la vieja escuela argentina y sus maestros

Me enviaron, por mail, parte de una conversación entre una docente jubilada y un viejo amigo, militar retirado y héroe de Malvinas, hace poco fallecido. Querido y muy respetado por todos aquellos que se relacionaban de algún modo con él. Desde niño estudió en la Escuela Nº 77 de Las Breñas, Chaco, al igual que mi madre, mis tías y varios hombres y mujeres que se han recibido de maestros y han sabido ganarse el respeto por su conducta, honradez y por esas cosas que hacen al ser humano íntegro e irreprochable. Hace referencia a los maestros de ellos. Maestros que generaban maestros íntegros e irreprochables. Maestros que han trabajado sin sueldo docente (ad honorem), durante un año o tal vez más, puesto que ellos fueron el motivo por el cual tuvieron que crear la Escuela Prov. Nº 1 "D. F. Sarmiento", secundaria (para maestros), de Las Breñas, siendo que en esa época la escuela más cercana se encontraba en Presidencia Roque Sáenz Peña, a 90 kilómetros de Las Breñas… Héroes muertos, formadores olvidados. Formaron al hombre honrado pero la deshonra de los mal educados los ha tapado en el olvido… ¡Cuánta falta nos hacen hoy a los argentinos!… Antes, responsabilidad tenía otro significado… La vida significaba distinto… Hoy es tan solo una vieja nostalgia de aquello que la inmoralidad se llevó.

Transcribo los dos mensajes:

Stella Maris Romaña le dice:

Los maestros hoy pretendemos que los niños aprendan todo lo que nosotros creemos le servirá en sus vidas, ¿sabemos acaso lo que vivirán?
que sean buenos, educados, estudiosos, solidarios, cooperativos, dedicados, bla, bla, bla, ¿cómo quién? y que además entiendan y resuelvan los paradigmas de hoy con sabiduría ¿aprendida donde?, ¿enseñadas por quién? Y QUE ADEMÁS AGRADEZCAN A NUESTROS GOBERNANTES POR TODO LO QUE NOS DAN Y HACEN POR ELLOS Y ADEMÁS LOS APLAUDAN

El Teniente Coronel Carlos Doglioli le responde:

Buenas preguntas las suyas. Voy a contestar - en parte - tratando de recordar cómo me enseñaron a mí y a mis compañeros en la "vieja" escuela primaria.

1. Existía la Ley de Educación Patriótica, que fue derogada por estos que hicieron mierda la escuela argentina. No la reemplazaron con nada útil sino con toda la mierda del odio y el resentimiento.
   
   
2. Teníamos héroes que eran los modelos a tratar de imitar. Los había inalcanzables como San Martin o mucho mas humanos y por ende posibles de llegar hasta ellos como el Tamborcito de Tacuarí, Falucho, Juan Bautista Cabral, Luis Viale, Benjamín Matienzo, Roca (hoy tan de moda decir imbecilidades y canalladas miserables sobre él, se hacia un culto de la bandera. Ya te he contado las palabras del maestro Vidal, de la Escuela 77 de Las Breñas cuando me puso la driza de la bandera en la mano, cerró mi puño con el de él y me dijo al oído palabras que han seguido resonando TODA mi vida y resuenan mientras escribo esto: ESTO NI MUERTO SE PUEDE SOLTAR. Así era la escuela argentina "de antes". Cuando la gente estrenaba ropa el 25 de Mayo y el 9 de Julio y los pueblos se agrupaban alrededor del mástil de la plaza para homenajear a la Patria, en su cumpleaños.
   
   
3. No se hablaba de lo que no se bastardeaba. Porque no se hablaba de democracia para bastardearla de arriba a abajo y robar a trasnoche escudándose en su nombre. No se hablaba de constitución para vulnerarla mañana, tarde y noche.
   
   NO HABÍA UN PAÍS CON CINCUENTA POR CIENTO DE POBRES Y MÁS DE UN DIEZ POR CIENTO DE INDIGENTES. No. NO había cartoneros ni ninguna de esas miserias que hoy vemos a nuestro alrededor.
   
   
4. Los maestros iban a clase lloviera o tronase o moqueando porque estaban engripados y ser como Sarmiento y no faltar era timbre de honor para los alumnos.
   
   
5. Se hablaba menos de solidaridad y se era sencillamente solidario y sin hacer tanto bla bla.

Con ese bagaje, sintiéndome MUY argentino fui al secundario y elegí servir a la Nación y tuve oportunidad de ver que lo que me habían enseñado en esa escuela argentina que he descripto - en parte - estaba bien. Muy bien. HABIAN FORMADO UN CIUDADANO.

No hay malos soldados dice un viejo aforismo militar universal, lo que hay es malos jefes.

No hay malos alumnos, lo que hay es malos maestros.

Chau

(a) Producto de la Formidable Vieja Escuela Argentina, la que destruyeron sistemáticamente y se empeñan en seguir rompiendo lo poco que queda. Y como somos un país de tarados, las decisiones siguen en manos precisamente de todos aquellos que hicieron posible tanto daño.