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martes, 16 de noviembre de 2010

"Argentina es una sociedad dividida" José (Pepe) Mugica

por Adam Pedrini (Resistencia, Chaco)
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En la interna radical ganará Ricardo Alfonsín y en el Peronismo Federal, el ganador será Eduardo Duhalde. No lo aseguramos con énfasis, porque tenemos la bola de cristal, pero como decía el General, “la única verdad es la realidad”.
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El Presidente del Uruguay, José “Pepe” Mugica, sin cortapisas y olvidando que en la diplomacia no se habla mal de otro país, cuando se está en funciones de gobierno, pero con la humildad y sencillez que lo caracteriza, dijo lo que pensaba, porque sabe que el gobierno argentino no iba a salir a contestarle sencillamente porque tiene razón y también porque la cancillería uruguaya nos saca varios cuerpos de ventaja, por tener nosotros un canciller de quinta que él mismo se desmerece al auto titularse “un barra brava”. Lamentable.

El kirchnerismo, con la viuda como estandarte, se ha dado a la tarea de transformar a Néstor Kirchner, en un icono insuperable de amor a la patria y de entrega de su propia vida por defender los intereses nacionales. Tanta mistificación mentirosa será imposible de mantener en el corto, en el mediano y en el largo plazo, sencillamente porque fue el Presidente más corrupto que tuvimos que soportar los argentinos.

Eduardo Duhalde no sacó del poder a “El Loco”, que él había digitado, sino lo fulminó un infarto masivo. Muchos creyeron, inclusive avezados analistas políticos nacionales, que podría haber “un nuevo inicio”, como planteaba Obama dos años atrás cuando ganaba la Presidencia de los Estados Unidos. Según las encuestas, al morir Kirchner, un tercio aprobaba el gobierno y dos tercios no. Ante el impacto de la muerte, los números cambiaron. La desaprobación es de un tercio y el tercio cambiante a pasado a estar del lado de la Presidente. Pero la cuestión es que el oficialismo ha resuelto profundizar el modelo, es decir que ahora, sin Kirchner, pasa a haber más kirchnerismo, entonces todo es cuestión de esperar unas semanas, para que las cifras vuelvan a ser la de antes del fallecimiento del ex presidente. Las ratificaciones de políticas por parte de algunos ministros siguen igual de mentirosas .El ministro de Economía, volvió a negar la inflación y anticipó que Argentina negociará el pago de la deuda con el Club de París, sin pasar por el monitoreo del FMI. La pelea salvaje contra los medios y se ha ratificado que continuará sin cambios y se ratificó –por ahora- la alianza con Hugo Moyano, quien está viendo despavorido que las puerta principal de la Cárcel de Ezeiza está abierta y el guardia le hace un guiño con el ojo derecho, como diciendo “te estamos esperando”. El juez Bonadio que tiene el expediente explosivo de los medicamentos truchos de la obra social de los camioneros, que maneja la esposa de Moyano, decidirá la libertad o la cárcel para el poderoso empresario sindical. Es increíble. Está viendo que la puerta de la cárcel está abierta y sigue robando.


La situación actual del kirchnerismo

En el oficialismo todos se han apurado a ratificar el liderazgo de Cristina Fernández. El primer chupamedias del gabinete, Héctor Timermann, que supo encabezar la lista de diputados nacionales por la Capital Federal, por el ARI de Lilita Carrió, - hay que reconocerle que es un eximio domador de partidos-, en pleno velorio de Kirchner, salió a declarar en el Patio de las Palmeras de Casa de Gobierno la candidatura presidencial de Cristina. Los cruces del ministro de Economía con el Jefe de Gabinete es una cuestión corriente. El jefe de gabinete, también se lleva muy mal con Nilda Garré y Julio de Vido. La interna por una porción más de poder, es una guerra despiadada y donde Cristina no puede o no sabe poner orden y la deducción es fácil, porque es lógico que el poder se transfiere, pero la autoridad no y ya no está “la Furia”, que por teléfono o personalmente y mediante frases descalificatorias o epítetos groseros, disciplinaba sus huestes de serviles.

Ahora bien, hay quienes todavía están en el espacio del gobierno, pero ya comienzan a mirar al Peronisamo Federal. La renuncia a la conducción del Peronismo Federal, pero no al bloque de senadores nacionales de Reutemann, dio motivos para gastar tintas en muchos comentarios políticos, pero la actitud del Lole no debe sorprender, siempre arruga, y pareciera tener un límite en sus decisiones y su exposición pública. Llega hasta un punto, y comienza su retroceso. Siempre es igual.

En líneas generales, los que están dentro del kircherismo, siendo peronistas, tienen el concepto que es muy prematuro lanzar la reelección de Cristina y que hay que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos futuros, porque están listos a pegar el salto y ubicarse junto a Eduardo Duhalde. Son los típicos logreros que sobreviven ante los cambios, porque acompañan hasta la puerta del cementerio, pero al nicho no entran ni anestesiados.

En la reunión que realizó Daniel Scioli con intendentes 91 intendentes de la provincia de Buenos Aires, fueron muy claras dos posiciones: la encabezada por el Intendente de Berazategui, que le exigió renunciar ya sus pretensiones presidenciales y alinearse detrás de la postulación de Cristina y otra que propuso cautela y no hablar por ahora de candidaturazas. Fue evidente que el Intendente de Berazategui supo de la reunión reservada que habían mantenido Scioli con de Narváez, Felipe Solá y Mauricio Macri. Todos los que conocen el paño, saben que ninguno de los cuatro se caracteriza por las lealtades políticas o personales.

Las conclusiones a que podemos arribar son las siguientes:
  1. Teniendo el oficialismo una opinión pública que le da la oportunidad al gobierno de un nuevo comienzo, la decisión es profundizar el modelo, es decir más kirchnerismo que es sinónimo de intolerancia, autoritarismo, dádivas, coimas y negociados. ¿Alguien sabe si no es esto, que otra cosa es el famoso “modelo” que acuñan los que están dentro de la corruptela?
  2. El kircherismo se divide entre quienes sostienen la inmediata imposición de Cristina para un nuevo período presidencial y los que sostienen que todavía no es el momento y que la determinación es apresurada, mientras que Scioli busca polarizar frente a Hugo Moyano en la provincia.
  3. El oficialismo ha ratificado con firmeza y por ahora, la alianza con Moyano, pero las causas judiciales en su contra y la investigación del asesinato del joven dirigente del Partido Obrero, Ferreyra, generan fuerte tensiones en la relación con los sindicatos, pues cada uno cuida su huerta.
  4. La oposición, todavía no se repone de la sorpresiva muerte de Kichner y en estos momentos está bastante desarticulada. En la interna radical ganará Ricardo Alfonsín y en el Peronismo Federal, el ganador será Eduardo Duhalde. No lo aseguramos con énfasis, porque tenemos la bola de cristal, pero como decía el General, “la única verdad es la realidad”.

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