* La piña de Camaño a Kunkel (más abajo: Sección Sopapo)
¿Por qué no se puede combatir la droga en nuestro país? ¿Quién paga más, el pueblo o los carteles de la droga?
Las leyes no se deciden por justicia, según se entiende dentro del ámbito de la voluntad popular, en lo que más conviene al pueblo haciendo uso del mejor modo del discernimiento de nuestros representantes sino que se “negocia” cada decisión legislativa. Significa que no interesa el bienestar popular, la construcción de una sociedad bien organizada, con una justicia adecuada, leyes que permitan el sano desarrollo de un pueblo que necesita evolucionar en todos los aspectos de la vida, sino que se vota la ley que mayor beneficio otorgue al legislador en cuestión. No se estila más la sana práctica de consultar o interpretar la voluntad de los ciudadanos, sino que se consulta a quien tiene el poder económico capaz de comprar el voto, alquilar un legislador y hasta comprarlo para que vote y legisle según decisión y voluntad del pagador.
Cuando se negocian las leyes el pueblo pierde, es semejante a un juicio cuyo abogado de una parte (que tiene razón), le hace ganar a la otra parte (porque tiene más dinero y se asegura el cobro de sus honorarios).
¿Por qué no se puede combatir la droga en nuestro país? ¿Quién paga más, el pueblo o los carteles de la droga?
Existen muchos “Por qué” que nosotros nos preguntamos pero la respuesta es muy simple ¿Tenés el dinero suficiente como para comprar una voluntad legislativa para que decida según tu voluntad y hacerla pasar democráticamente como voluntad popular? Porque debes tener bien en claro que el voto que le diste para ocupar su banca no le alcanza para cubrir todas sus expectativas, es muy poco comparado con lo que ellos aspiran.
Los políticos han decidido hacer negocios de compra-venta, y a estos negocios lo llaman política de gobierno.
Las leyes ya no se debaten sino que se subastan. Antes lo hacían en secreto, ahora lo publican con declaraciones en los medios. Pues lo anormal se convierte en normal cuando se hace hábito y costumbre.
Nos han cambiado las definiciones, las palabras ya tienen otro significado. La corrupción ya no significa corrupción sino política.
Más bien diríamos que esta es la política de los políticos que se han vestido con el hábito de la corrupción.
Quizás la democracia no sea la respuesta adecuada para nuestro país.
Si nuestros representantes no fuesen tan “políticos” ¡Qué hermoso país tendríamos!
Juan C. Starchevich
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Alonso: "Negociar obras o el Presupuesto no es corrupción, es política"
Clarin.com 17/11/10 - 15:10
Etiquetas: PRO, Laura Alonso, Presupuesto 2011
Tras el escándalo desatado en la comisión de Asuntos Constitucionales, la diputada macrista Laura Alonso pidió la palabra y aseguró que "negociar obras, negociar el Presupuesto, no es corrupción", sino hacer "política", al rechazar los testimonios de sus colegas que hablaron de dádivas por parte del Gobierno para que avance el proyecto oficial de Presupuesto. Además, aseguró que la diputada Cynthia Hotton "es una víctima de la diputada Carrió".
Durante una reunión de la Comisión, la legisladora que fue cuestionada por abandonar el recinto en la última sesión y que luego admitió que se había equivocado, explicó que se ausentó en la madrugada del jueves 11 a raíz de "desinteligencias" en su bloque, que no especificó.
"Corrupción refiere al uso de los recursos públicos para beneficios, pero negociar obras, negociar el Presupuesto, es política", sostuvo la diputada.
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Sección Sopapo: (Continuamos con el festival legislativo, en una de esas les sirve de ejemplo a los alumnos en las escuelas).
Además, también tenemos esto, porque en "la política" no existen problemas de "sexos", sino de "sesos".
Carlos Kunkel: Diputado, Asesor Presidencial, Vocero Presidencial y Subsecretario de la Presidencia. Alias “Mario” o “Comandante”, durante su accionar Montonero.
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