jueves, 10 de septiembre de 2009

Idoneidad

* Al final: Video-Conferencia del Dr. Abel Albino.

¿Están preparados los políticos para dar las respuestas humanas necesarias?

¿Entienden "lo humano" y su significado?

¿Alguna vez estudiaron algo de esto, o todo se resuelve por capricho de mayorías ignorantes?

Cuando se necesita elaborar un cálculo de la estructura de un edificio, de modo tal que este se sostenga y pueda resistir las cargas necesarias, según el uso y destino del mismo, es preciso contratar un ingeniero especialista en este tipo de estructuras, de modo tal que cumpla con las condiciones mínimas de seguridad, encontrar el menor costo posible y las mejores condiciones técnicas, que garantizarán el uso y conservación del edificio en cuestión.

Existen muchas personas que, sin conocimiento profesional, se arriesgan a determinar, según su propio sentido común, las dimensiones requeridas por dicha estructura y las armaduras necesarias del edificio. ¿Esto es correcto? ¿Se podrá sostener este edificio?, tal vez sí, tal vez no. ¿Será una obra económica?, ¿o cada vez que se muestre un error o duda se tendrá que destruir una pequeña o gran parte para luego reconstruir nuevamente según una nueva dirección? Las dimensiones de las vigas ¿serán las técnicamente necesarias, o acaso se las construirán mucho más grandes por algún tipo de temor, o tal vez más pequeñas que las necesarias incapaces de resistir las cargas actuantes? ¿Qué garantías tendría? Ninguna.

Si necesitamos enunciar leyes físicas, debemos convocar a físicos universitarios, experimentados y calificados.

¿Qué ocurriría si personas que ignoran las matemáticas se ponen a establecer sus leyes? ¿Podríamos, luego, aplicarlas con confianza?

Cuando la naturaleza llama a dar una solución específica a algún acontecimiento que exige una respuesta inmediata, como por ejemplo, movimientos sísmicos, epidemias, enfermedades calificadas como incurables, se ponen en movimiento los profesionales con conocimientos probados, para dar las soluciones requeridas.

Todas las cosas de la naturaleza funcionan según sus propias leyes, no pueden ser cambiadas ni modificadas por el hombre, por lo tanto, lo que hace el hombre es estudiarlas para ir poco a poco encontrándolas, descubriéndolas, para que, de este modo, luego pueda valerse de ellas. Así surge el hombre científico.
Estos conocimientos adquiridos por los hombres de las ciencias, que han verificado la veracidad de sus logros, luego son volcados en las escuelas y universidades para ir formando profesionales cada vez más capacitados en las distintas áreas y disciplinas profesionales.
Estas cosas son muy difíciles y no todas las personas están capacitadas para entenderlas.
Las leyes naturales, como las gravitatorias, las cósmicas, moleculares, químicas, mecánicas, etc., no funcionan según capricho del hombre, por lo tanto es necesario un conocimiento muy preciso y eficaz para poder valerse de ellas.

Nos damos cuenta que es muy difícil y sacrificado adquirir los conocimientos necesarios para dar respuesta a las cosas materiales, según las demandas cada vez más exigentes de las personas que requieren cada día mayor conocimiento.

Dentro del ámbito humano, ¿existen leyes humanas naturales? ¿El hombre es un ser neutro que puede crear sus propias leyes?
¿Las leyes se deciden por mayoría o por conocimiento de la realidad humana?

La realidad humana exige un conocimiento mucho más profundo que la material, se necesita el auxilio de científicos en lo humano que puedan descubrir sus leyes naturales y así poder formar profesionales en los distintos campos individuales y sociales.

Juan C. Starchevich
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Conferencia IMPERDIBLE del Dr. Abel Albino - La Idoneidad y el Compromiso- (Vale la pena verlo hasta el final).

Parte 1        Parte 2  


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