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miércoles, 20 de abril de 2011

El tema de las colectoras y la respuesta social

Más abajo:La fiebre de colectoras liquida el acuerdo de la oposición -Dos decretos que cambian el escenario electoral- Por Carlos Tórtora.
Se nota con total claridad las intenciones de todos los candidatos políticos de Argentina. Esta acción pone en evidencia la vocación y la verdad en este accionar político que tiende a consolidar una nueva propuesta que desconoce la verdadera acción democrática en su contenido esencial y en sus objetivos generales.
Se ha desvirtuado totalmente el sentido democrático de las elecciones y accionar de políticas de gobierno por una especie de telarañas entretejidas con los finos hilos de la deshonestidad con el solo fin de construir una trampa de votos para alimentarse de ellos dentro de este vendaval de la confusión y desprecio popular que obliga a los votantes a moverse como moscas en cualquier dirección sin poder evitar caer en esas telas de arañas, que aún cuando presentan distintos colores y parecen divididas o diferentes, funcionan como tentáculos pertenecientes a un mismo cuerpo que envuelve y mata con el fin de alimentarse con todo el jugo de sus víctimas.

Mientras las moscas vuelan en cualquier dirección y sin un objetivo, porque la acción que las pone en movimiento solo las saca de su nido obligándolas únicamente a moverse y volar hacia cualquier parte, ellas no saben que sus movimientos solo responden a propuestas de cazadores ávidos, golosos y hambrientos de sus nutrientes.

Los políticos de hoy han convertido a la democracia, donde en ella se debaten proyectos de gobierno con consenso popular, en una mafia organizada que se vale del Poder democrático para ejercer sus negocios personales usando y utilizando todos los recursos que el Estado posee para defenderse de ellos. Solo son ladrones que marcan pautas de gobierno, a su antojo, para que el pueblo les sirva a ellos, bajo la sorpresa de tantos distraídos que todavía esperan encontrar algún servidor dentro de las esferas del Gobierno.

La oposición ya no existe, al modo que nosotros la concebimos como tal, sino que solo son agrupaciones de accionistas que exclusivamente debaten dividendos de enriquecimientos personales mientras simulan preocuparse por el destino de los pueblos.

Las colectoras electorales no son otra cosa que la evidencia de la corrupción de casi la totalidad de los políticos, o quizá de todos ellos sin excepción; es un modo de quitar la máscara a la corrupción generalizada que existe y se expresa en nuestro país.

El pueblo. El pueblo solo es un conjunto de moscas, que zumban, molestan, se alimentan de cosas asquerosas, se multiplican,…, se manejan y viven solo por instinto… y damos asco.

Deberíamos intentar convertirnos>>, para tratar de ser nuevamente seres humanos.

Juan C. Starchevich.

La fiebre de colectoras liquida el acuerdo de la oposición

Dos decretos que cambian el escenario electoral
Por Carlos Tórtora para el Informador Público

Con dos decretos -el 443 de la Nación y el 332 de Buenos Aires- el kirchnerismo jerarquizó legalmente las listas de adhesión, vulgarmente llamadas colectoras. Hasta ahora, la operación de “pegar” la boleta carecía de normativa alguna. La práctica usual era que, una vez presentadas las listas y durante la etapa de oficialización de boletas, los partidos presentaran sus pedidos de adhesión de boletas, que en algunos casos eran aprobados y en otros no, según las oscilaciones de una jurisprudencia siempre cambiante.

Pero ahora, el gobierno acaba de consagrar normativamente las colectoras, dándoles a los partidos la seguridad jurídica de que sus acuerdos de adhesión no correrán riesgo alguno. Esta certidumbre es la señal de largada de una fiebre de colectoras en la oposición, producto de varias causas. Para la UCR, el PRO, el Socialismo, la Coalición Cívica y el Peronismo Federal, la tentación de acrecentar sus votos colgando listas de terceros partidos de sus candidatos a gobernador de Buenos Aires y Presidente es realmente irresistible. Como se sinceró Ángel Rozas -presidente del Comité Nacional de la UCR-, aun no estando de acuerdo con las colectoras, el radicalismo las usará.

Del acuerdo centralizado a la dispersión

El creciente furor por las colectoras implica en la práctica el derrumbe de las conversaciones de los presidenciables para llegar a un acuerdo global opositor, con o sin candidato único para octubre. Es que el esquema de las adhesiones tiende a descentralizar las operaciones electorales. El ejemplo máximo es el de Francisco De Narváez, que negocia adherir su boleta a la de Ricardo Alfonsín, sin que las figuras nacionales del Peronismo Federal tengan mucho que opinar. Del mismo modo, por ejemplo, el GEN podría colgar de la UCR una lista de diputados provinciales. En muchas provincias, el PRO y la UCR podrían también aceptar adhesiones de listas peronistas disidentes o de partidos provinciales, que obedecerían más a la necesidades locales que a directivas de las conducciones nacionales. Complicando aún mas las cosas, los acuerdos de adhesión podrán hacerse por categorías. Es decir que el Partido A, por ejemplo, podrá adherir a la fórmula para gobernador y vice sólo con su lista de candidatos a diputados provinciales, manteniendo aparte sus listas de concejales.

No es casual entonces que en los últimos días los discursos sobre el candidato único y el acuerdo programático de la oposición se vayan extinguiendo sin pena ni gloria. Haya sido producto de la casualidad o de una estudiada estrategia del laboratorio kirchnerista, lo cierto es que la jerarquización de las colectoras tiende a incentivar la competencia salvaje en las filas opositoras para ver quién consigue los mejores acuerdos de adhesión, a costa en muchos casos de arrebatarle al otro una parte de su caudal de votos. Habiendo una gran abundancia de partidos, la multiplicación de colectoras también favorece nuevos emprendimientos, siempre y cuando la lista de adhesión consiga sortear la exigencia de que en la primaria se debe obtener -para poder presentar candidaturas- el 1,5% de los votos válidos emitidos en total.

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