jueves, 15 de diciembre de 2011

Cobos en el Chaco podría ser la reina de la provincia

Cuando opiné que “Capitanich gana solo, sin alianzas ni compromisos”, frente a la propuesta de Nikisch, no estaba equivocado ni confundido. El pueblo chaqueño lo sabía, aún los mismos radicales. No era una profecía sino una realidad tangible fruto de un plan nacional que repartió dinero a diestra y siniestra haciendo que el Gobernador y los intendentes parezcan muy importantes e imprescindibles. Daba la impresión que ellos mismos sacaban plata de su propia gestión y de sus bolsillos para realizar las obras que ejecutaron. La cantidad de dinero que recibían de la Nación los hacía parecer grandes estadistas, excelentes administradores y gestores como nunca se ha visto en la historia.

Cada uno de ellos ha conservado su mandato, han sido reelectos con gran diferencia de votos, sin darse cuenta el pueblo que en esas condiciones cualquiera hubiese hecho igual o mejor gestión de gobierno, como por ejemplo, hubiesen tenido en cuenta los desagües pluviales antes de pavimentar las calles; quizás también hubieran construido redes cloacales que funcionen; pavimentos con tecnología normalizada, con calidad y durabilidad garantizada.

Se hubiesen abierto a la sociedad de modo democrático con participación más genuina de las personas. Hubiesen tenido en cuenta la experiencia de los mayores ante el violento desplazo ideológico por una juventud que tiene mucho que aprender.

Hubieran tenido en cuenta la Doctrina Nacional, de modo de evitar tantas improvisaciones que hacen repetir errores históricos y crean nuevos.

Fundamentalmente, hubiesen hecho mejor uso de esos fondos nacionales, más que convertir al pueblo en una manga de langostas que se come todo a su paso. Hubiesen organizado mejor a la sociedad y así haber iniciado la construcción de la Comunidad Organizada.

Se regalaron muchas cosas para nada, planes de producción que no producen, enseñanzas que no enseñan, subsidios y ayudas a desempleados que en vez de tenderlos a conseguir una ocupación los transforman en sueldos dejando como precedente que los que trabajan tienen la obligación de mantenerlos de por vida a ellos y a sus familias.

Por eso digo a la sociedad toda, que si se hubiesen elegido otros gobernantes e intendentes quizás algunos de ellos, que dispondrían la misma cantidad de dinero de la Nación, tendrían mejores ideas.

Se ha logrado la polarización individual de cada persona del Ejecutivo, provincial y municipales, a tal punto que todo el resto de las personas no son importantes para nada.

De este modo se ha creado al Cobos Chaqueño, un Vicegobernador que no importa si está o no está. Tampoco importaba si estaba o no en la lista electoral, los resultados serían siendo los mismos. No tiene importancia el gabinete ni las personas que lo integran, cualquiera da lo mismo. Con los legisladores también da lo mismo ¿Hay alguna mente pensante entre todos ellos?

¿Cuál es la función de cada uno de todos ellos? ¿Hacerle caso al Gobernador?

¿Un solo cerebro puede hacerles frente a todas las necesidades y problemas de toda la provincia? ¿Soberbia o picardía? ¿A río revuelto ganancia de pescadores?

Pienso que con todos los años ininterrumpidos de democracia que vamos teniendo ya es tiempo suficiente de generar cambios reales que hagan cosas diferentes y no cambios de personas que hagan siempre lo mismo, aún más, que generen cambios negativos precipitando a la sociedad toda a un retroceso histórico y evolutivo.

Un Vicegobernador que si está o no está da lo mismo, es un mal síntoma en todos los aspectos políticos y sociales. Aún más, no importa el nombre, pues si el Vicegobernador hubiese sido otra persona ocurriría lo mismo.

Al Vicegobernador le queda una gran tarea, la defensa de las instituciones. Si renuncia al cargo se iría con honor y respeto porque lo que ocurre no es culpa de él, al mismo tiempo dejaría al descubierto una gran mancha del gobierno que sigue en sus funciones, pero esto no le sirve de nada ni a él ni al pueblo chaqueño. Debería quedarse con mayor firmeza luchando para erradicar los vicios que tienen los gobiernos que se suceden en reelecciones.

No debería ser como Cobos, debería ser como la Reina en el ajedrez que puede moverse ágilmente a lo largo y ancho de todo el tablero. Tengo entendido que, en el ajedrez, “la reina” significa “el pueblo”.

Juan C. Starchevich

diario

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