Se viene el tiempo de la mujer

Nuestro país está lleno de candidatos pero no existe ningún conductor, esto ocurre en todos los partidos políticos. Hoy solo existe una sublevación anárquica popular, no se respeta a nadie, nadie es confiable. El hombre ha perdido la oportunidad de ser hombre, se ha dejado conquistar por su propia ambición superficial que oxida y deteriora su condición de ser, ha abandonado su espacio y su trono, ya no es el rey. Se ha dejado seducir por lo temporal y hoy solo se muestra como un elemento más de la corteza terrestre. Hoy solo existe una carrera de candidatos que corren alrededor del mundo, le dan vueltas y vueltas, del mismo modo que en la vuelta del mundo de un parque de diversiones, siempre se repite el mismo recorrido, se entretienen por el camino pero el punto de llegada es siempre el mismo punto de inicio. No se avanza, solo hay distracción, se vuelve siempre a comenzar de nuevo pero siempre se termina en el inicio, desgastado, llenos por fuera y vacios por dentro llenando de miseria a su alrededor.

Ha transformado al trabajador en limosnero que se conforma solo con las migajas que a los candidatos se les cae de la mesa, haciendo de ellos sus bases y seguidores en campañas electorales, ha exhibido a la mujer desde la superficialidad como objeto del deseo, las sientan en los sillones del gobierno pero no tienen poder.

¿Qué hay debajo de esa belleza corporal de la mujer? Son las mujeres quienes hacen ganar las elecciones, son las que se conmueven por el dolor humano, son el elemento maternal de este pueblo que hoy se muestra huérfano. Ya deben dejar de seguir a candidatos y comenzar a seguir verdaderos ideales, deben aprender a correr el riesgo de abrirse camino entre la corrupción reinante hacia un objetivo más humano, deberán correr el riesgo de conquistar ese trono del rey que hoy está vacante. Es tiempo de comenzar a mostrar su interior para demostrar que es mucho más bello que todo aquello que se muestra en vidriera.