sábado, 4 de enero de 2014

Compactación del Hormigón

Tema muy importante y, en muchos casos, generadora de conflictos en obra.

He conocido muy buenos oficiales albañiles que los he hecho ejercer como capataces de obra por los grandes conocimientos y experiencias logrados en el tiempo y en distintos lugares de trabajo, incluyendo ciudades y provincias. Admiraba la destreza e inteligencia en las determinaciones constructivas que en muchos casos ponían en jaque a profesionales o los superaban ampliamente en algunas cuestiones de prácticas constructivas. Es muy lógico, pues los profesionales no son artesanos, por lo tanto si algún profesional intenta meterse en el área artesanal más vale que se aguante la terrible humillación que recibirá de parte de los albañiles.
Cuando un arquitecto o ingeniero es humillado por cualquier oficial, le pierden el respeto hasta los capacheros. Le costará mucho hacer la dirección de obra porque le perderán la confianza; los albañiles dirán “este ingeniero o arquitecto no sabe nada”, o también “el oficial fulano sabe mucho más que ese arquitecto o ese ingeniero”, y cada vez que se aproxime a su obra lo mirarán de forma burlona.
Grave error es este juicio, porque en realidad no es así, sino que simplemente se ha invadido terreno ajeno al meterse el técnico en el campo artesanal.

Ocurre también lo contrario cuando el artesano invade terreno técnico y pretende sustituir al arquitecto y al ingeniero.

El arquitecto y el ingeniero también tienen responsabilidades diferentes en una obra. También aparece la responsabilidad de los decoradores y otros responsables de cosas distintas que en conjunto construyen y terminan la obra.

Todos los que participan en obra son como las partes de un cuerpo humano, unos serán las manos, otros la cabeza, otros los ojos, pies, orejas, pero en conjunto forman una misma cosa donde el ojo no debe reemplazar al oído ni las manos a la cabeza.

Existen casos fronteras donde se encuentran en un mismo objeto distintas responsabilidades, y aquí comienzan los problemas cuando no se identifica bien dónde terminan los límites de cada uno. Por ejemplo la compactación del hormigón.

Un oficial albañil puede ser que haya hecho una cosa durante largos años, que artesanalmente esté bien pero técnicamente mal. Entonces él defiende su experiencia sin darse cuenta que atraviesa sus límites artesanales y se introduce en el campo técnico que, en este caso, está desconociendo.

Tuve el caso de algunos oficiales, arriba mencionado, que el hormigón no debe ser compactado, puesto que en su larga experiencia los ha hecho así y jamás ha tenido algún problema.

El caso específico fue cuando estábamos hormigonando una losa maciza de hormigón armado. Los ayudantes les pasaban los baldes de hormigón al oficial-capataz, y él mismo los descargaba violentamente sobre el encofrado en toda su superficie hasta lograr el espesor de losa requerido. Durante esa acción yo le pregunto cuándo hará la compactación, y él me responde que ya está hecha al vaciar los baldes con fuerza.
Tuve que pedirle que igual la haga, golpeando con martillos la parte inferior del encofrado y ayudando con un pisón de madera ancha con urgencia antes que comience la primera etapa de fraguado que se da en los primeros minutos de su mezcla. Este hombre estaba tan sensibilizado por su experiencia y conocimientos que se ha ofendido e inmediatamente se ha bajado de la obra. Me quedé solo con los ayudantes y tuve que sustituirlo. Le pedí a un ayudante que suba conmigo para ir volcando los baldes y yo con el pisón de madera iba compactando. Se sorprendían todos por la cantidad de hormigón que entraba en ese encofrado, parecía que nunca terminarían de llenar la hormigonera para hacernos más cantidad de mezcla. Al terminar cubrimos toda la losa de hormigón fresco con bolsas y encima de ellas un poco de arena, le hicimos un borde alrededor y comenzamos a humectarla mediante una muy fina llovizna de agua para iniciar el curado. Esto tampoco lo hacían, esta es una de las razones por lo cual las losas macizas se fisuran entonces todos optan por las de viguetas.
Al finalizar todo hicimos un asado para el personal involucrado, esto es tradicional luego de un hormigonado grande, y allí tuve la oportunidad de explicarles al oficial y a todo el personal que, de no compactar adecuadamente, el agua cuando abandone la masa de hormigón esta quedará llena de poros debilitando su resistencia. Además al ir fraguando la masa de hormigón disminuye su volumen mientras se está endureciendo y el agua atrapada es obligada a salir con fuerza agrietando gran superficie de la losa…, entre otras cosas… Han aceptado mi enseñanza, la han practicado con éxito en el futuro y FUE MI PRIMERA LOSA HORMIGONADA POR MÍ MISMO. Esta losa tiene más de veinte años y no se nota fisuras ni vicio alguno.
Ing. Juan C. Starchevich

Mejor vamos directamente a lo que dice el Reglamento Argentino de Estructuras de Hormigón CIRSOC 201

5.7. COMPACTACIÓN
5.7.1. Requisitos generales
5.7.1.1. Durante e inmediatamente después de su colocación, el hormigón debe ser compactado hasta alcanzar la máxima densidad posible, evitando eliminar el aire intencionalmente incorporado en caso que exista, sin producir su segregación, y sin que queden porciones de hormigón sin consolidar.
5.7.1.2. En ningún caso se debe colocar hormigón fresco sobre otro que no haya sido compactado.
5.7.1.3. El hormigón no debe ser vibrado ni revibrado después que el mismo alcanzó su tiempo de fraguado inicial (norma IRAM 1662).
5.7.1.4. Una vez alcanzado el tiempo de fraguado inicial del hormigón (norma IRAM 1662), y hasta por lo menos 24 horas después de haberlo alcanzado, se debe evitar todo movimiento, golpe o vibración de los encofrados y de los extremos salientes de las armaduras.
5.7.1.5. Antes del inicio de cada hormigonado se deben disponer en el lugar equipos alternativos de colocación y compactación para reemplazar a aquellos que sufran desperfectos.
5.7.1.6. El método de compactación debe ser elegido de acuerdo con lo establecido en el artículo 5.1.1.1.
5.7.2. Compactación mediante vibradores de inmersión
5.7.2.1. La masa de elemento vibrante se debe elegir teniendo en cuenta la consistencia del hormigón y la frecuencia y amplitud de vibración, de forma tal que el efecto producido fluidifique la masa del hormigón en vibración, permitiendo eliminar el aire naturalmente incorporado y no el aire intencionalmente incorporado, sin producir la segregación del hormigón. Además, el diámetro del elemento vibrante debe permitir su introducción en los encofrados y a través de las armaduras.
5.7.2.2. El hormigón de consistencias muy seca, seca y plástica se debe compactar con vibradores internos de alta frecuencia, complementados con el golpeteo de los encofrados y/o con vibradores de encofrados, controlando el tiempo de funcionamiento de estos últimos.
5.7.2.3. El hormigón de consistencia muy plástica se debe compactar con vibradores internos de alta frecuencia complementado con el golpeteo de los encofrados. Cuando el mismo tipo de hormigón se utilice para elementos confinados, como tabiques delgados y revestimientos de bóvedas de túneles, la compactación se puede complementar con vibradores de encofrados.
5.7.2.4. El hormigón de consistencias fluida y muy fluida se debe compactar por vibración interna muy leve y cuidadosa.
5.7.2.5. Los vibradores se deben insertar a distancias uniformemente espaciadas entre sí, con una separación entre los puntos de inserción menor que el diámetro del círculo dentro del cual la vibración es visiblemente efectiva. En cada lugar de inserción, el vibrador debe ser mantenido solamente durante el tiempo necesario y suficiente para producir la
compactación del hormigón, sin que el mismo se segregue.
5.7.2.6. Los vibradores se deben introducir y se deben extraer de la masa de hormigón en posición vertical, y la vibración debe ser interrumpida en el momento que cese el desprendimiento de las grandes burbujas de aire y se observe la aparición de agua y/o de lechada en la superficie del hormigón.
5.7.2.7. En ningún caso se deben utilizar los vibradores de inmersión como medio para el desplazamiento del hormigón colocado.
5.7.2.8. Durante las operaciones de vibrado se debe evitar el contacto de los vibradores con el encofrado o con las armaduras, y que el vibrado produzca la deformación y el desplazamiento de las armaduras respecto del lugar indicado en los planos.
5.7.2.9. Al vibrar una capa de hormigón, la inmediata inferior aún debe estar en condiciones de ser revibrada, no habiendo superado su tiempo inicial de fraguado (norma IRAM 1662). El vibrador debe atravesar la nueva capa totalmente y penetrar en la inferior para asegurar la unión entre ambas, evitando la formación de un plano de junta.
5.7.3. Compactación manual por varillado
5.7.3.1. Esta compactación se debe realizar mediante el picado de la masa fresca utilizando varillas de acero. Esta acción se debe complementar mediante el golpeteo, con una maza de madera o de goma, de los encofrados laterales.
5.7.3.2. Esta modalidad de compactación se puede usar exclusivamente en hormigones de consistencias muy plástica, fluida y muy fluida. En el caso de hormigones de consistencia muy plástica, el uso de este tipo de compactación está condicionado a que el mismo se realice en forma muy enérgica.
5.7.3.3. Las varillas deben ser de acero de diámetro igual a 16 mm, con superficie lateral lisa y de punta redondeada. Su largo será el suficiente para alcanzar a compactar la totalidad del espesor de las capas de hormigón colocado.
5.7.3.4. En el procedimiento de compactación manual por varillado se deben adoptar las indicaciones prescritas para el uso de vibradores internos en los artículos 5.7.2.6. a 5.7.2.8.
5.7.4. Compactación mediante vibradores de encofrados
5.7.4.1. El hormigón de consistencia muy seca, utilizado en la fabricación de piezas prefabricadas in situ o en taller, se debe compactar mediante vibradores de encofrado y/o presión externa.
5.7.4.2. Los hormigones de consistencias seca y plástica se pueden compactar con vibradores de inmersión y de encofrados. En aquellos casos en que el hormigón se encuentre en posición inaccesible para ser compactado con vibradores de inmersión se admite utilizar únicamente vibradores de encofrado.
5.7.4.3. Los vibradores de encofrado deben operar a frecuencias comprendidas entre 50 Hz y 100 Hz. Se debe controlar en forma permanente el tiempo de vibrado para que no se produzca la segregación del hormigón, particularmente en las zonas adyacentes a los encofrados.
5.7.4.4. Los vibradores de encofrado se deben usar siempre que se garantice que los encofrados sean lo suficientemente rígidos y resistentes como para evitar su desplazamiento y/o destrucción como consecuencia de la vibración aplicada.

2 comentarios:

  1. muy muy interesante su blog ingeniero, soy estudiante de Ing. Civil en la Universidad Nacional de Formosa, según lo que leí en sus respuestas ud. maneja muy bien el Cirsoc 201 de 1982. Por las dudas, podría subir información acerca de dimensionamiento de zapatas (centradas, de borde, esquina, combinadas, etc) aplicando el reglamento CIRSOC 201-2005 en vigencia?

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  2. Además tengo entendido que por cada 2% de aire naturalmente incorporado en la masa de hormigón, éste pierde alrededor de 5-6% de su resistencia. De ahí la importancia de compactarlo.

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