jueves, 16 de junio de 2011

Hablamos de memoria activa -Fundación Eva Perón - El camino de la reconstrucción

Aún la historia peronista tiene sus testigos vivos, ellos y los que intervinieron en investigaciones posteriores dan fe de la honestidad con que se manejo esta fundación. Hace algunos años hablando con un señor radical de la provincia de buenos aires, me contaba del celo con que controlaba todo en la fundación "la señora" como la llamaban a Eva Perón. De tal manera que ante el traslado de productos descubrió que el chofer de uno de los camiones pasaba por su domicilio y descargaba parte de lo transportado, la severidad de la reprimenda le costó su puesto pero además constató el control que ejercía sobre las planillas de salida y entrega de los productos.
Creo que quien hace lo que puede y lo que debe, encuentran caminos justos para desarrollar su obra, otros no tienen esa suerte, hay un mundo de controversias y necesidades mezquinas que obran en las acciones de estos seres humanos.

Ante los detalles que leerán en este artículo, puedo decir, ¡Qué país tan rico! ¡Qué bien estaríamos los jubilados!

Stella Maris Romaña (Resistencia, Chaco)
Para que se note la diferencia entre el peronismo y la corrupción del pseudo progresismo, que solo simula defender a los humildes.
Es bueno tener presente lo que nos enseña la historia. De este modo podemos confrontar y sacar conclusiones. Ruego leer con detenimiento.

La segunda etapa de la Revolución Libertadora, encabezada por el binomio Aramburu-Rojas, se caracterizó en el terreno político por su decidida acción contra el peronismo depuesto. Se crearon “Comisiones investigadoras”, las cuales tenían por objeto descubrir la supuesta corrupción del gobierno del Gral. Perón, y uno de sus blancos principales fue la Fundación Eva Perón, la cual a no dudarlo fue investigada a fondo.
La comisión investigadora de las cuentas de la Fundación Eva Perón no pudo encontrar irregularidades. Halló intactos los depósitos bancarios de la Fundación que sumaban 3.500 millones de pesos, unos 250 millones de dólares al cambio de octubre de 1955 (1) que no fueron depositados en las Cajas de Jubilación como se había previsto.En su dictamen la comisión “libertadora” se quejaba por los “excesos” de la Fundación Evita: “Desde el punto de vista material, la atención de los menores era múltiple y casi suntuosa. Puede decirse, incluso, que era excesiva, y nada ajustada a las normas de la sobriedad republicana que convenía para la formación austera de los niños. Aves y pescado se incluían en los variados menúes diarios. Y en cuanto al vestuario, los equipos mudables, renovados cada seis meses, se destruían” (2). Señala Alicia Dujovne Ortiz que “Una dama católica, doña Adela Caprile, que formó parte de la comisión liquidadora de la Fundación instaurada tras la caída del peronismo, nos ha confesado haber sentido una impresión similar: ‘Nunca hubiera creído que se pudiera reunir semejante cantidad de raquetas de tenis. Era un despilfarro y un delirio, pero no era un robo. No se ha podido acusar a Evita de haberse quedado con un peso. Me gustaría poder decir lo mismo de los que colaboraron conmigo en la liquidación del organismo’” (3).
Meticuloso y prudente, el administrador Ramón Cereijo planificó con visión y realismo, y la Fundación siempre operaba dentro de su presupuesto.

Después del golpe militar, la Fundación fue saqueada sistemáticamente y al final destruida. Se rompieron los frascos de los bancos de sangre de los hospitales de la Fundación porque cada frasco tenía el sello “ Fundación Eva Perón”. Los pulmotores (iron lungs) fueron secuestrados durante una epidemia de polio porque tenían placas metálicas con las palabras “Fundación Eva Perón”. Se determinó que los muebles de los hospitales, hogares para niños, hogares escuelas y hogares de tránsito eran demasiado lujosos para los ahora sin privilegios. Fueron confiscados, como fueron confiscados los regalos que los jefes de estado dieron a Evita durante su viaje a Europa (que ella usó para adornar sus hospitales y hogares), vendidos en remates privados o destruidos. Camiones militares llegaban a los edificios y depósitos de la Fundación y partían llenos. Lo que no se robó, se destruyó (se quemaron montañas de sábanas y frazadas cuando se podría haber quitado las etiquetas ofensivas para usarlos).

Los militares pasaron leyes prohibiendo nombrar a Perón o a Eva Perón o a tener sus fotos en casa (decreto 4.161/55, firmado por Aramburu y Rojas). La pena: hasta seis años de cárcel. Peronistas que resistieron a los militares fueron arrestados, torturados y a veces fusilados.

Se formaron comisiones y subcomisiones para desmantelar la Fundación y disponer de su capital. La subcomisión N° 39 se quejó de que una organización destinado a ayudar a los humildes los había servido con un lujo que no correspondía a la cultura y costumbres de los destinatarios (ver Vicepresidente de la Nación. Comisión Nacional de Investigaciones: documentación, autores y Cómplices de las Irregularidades Cometidos durante la Segunda Tiranía [según ellos, Rosas fue el primer tirano y Perón el segundo], Tomo III, Buenos Aires, 1958, citado en Ferioli, FEP/II, 161). Traducido del lenguaje burocrático eso significaba que un cuadro de Caravaggio no debía estar en un Hogar de Tránsito donde mujeres y niños no poseían un nivel cultural suficiente para apreciar una obra de arte. Por eso, las obras de arte serían rematadas o regaladas a gente con capacidad para apreciarlas. La oligarquía y los militares se comportaron con vándalos, a pesar de que el General Lonardi había prometido que después del golpe no habría “ni vencedores ni vencidos.”
La Comisión Nacional también tuvo que admitir que : “A pesar de la exhaustiva investigación llevada a cabo no se han llegado a comprobar hechos que estuvieran penados por las leyes, pues el procedimiento técnico y legal al que se ajustaron las licitaciones, concursos de precios y compras han sido realizados en todo momento dentro de las normas administrativas de rutina, pero tampoco cabe duda alguna que ciertos jefes de dichas dependencias se encuentran comprometidos, pues muchos detalles nos llevan a esa presunción, mas al ser imposible probarlos por falta de elementos de juicio indispensables, no puede iniciarse acción judicial alguna contra los mismos.” (Ibid, citado en Ferioli, FEP/II, 161).

En 1990, Cereijo calculó que, “Tomando la paridad dólar al 24 de septiembre de 1955, el capital de la Fundación libre de deudas ascendería hoy a doscientos ochenta y nueve millones sesenta y siete mil setecientos noventa y un dólares con ochenta y cuatro centavos, que sumando un interés anual del cuatro por ciento a treinta y dos años ascendería a mil catorce millones sesenta y seis mil setecientos noventa y seis dólares con cincuenta centavos.

¿Qué pasó con ese dinero, el patrimonio de la Fundación?

“Una dama católica, doña Adela Caprile [María Delfina Matilde Salomé Caprile de Ezcurra – ver Ferioli, FEP II, 167], que formó parte de la comisión liquidadora de la Fundación instaurada tras la caída del peronismo, nos ha confesado…’No se ha podido acusar a Evita de haberse quedado con un peso. Me gustaría poder decir lo mismo de los que colaboraron conmigo en la liquidación del organismo’.” Alicia Dujovne Ortiz, Eva Perón (New York: St. Martin’s Press, 1997), 238.
Las palabras de Adela Caprile prueban la injusticia de la canción de Lloyd Weber: “When the money keeps rolling out, you don’t keep books… Accountants only show things down, figures get in the way…Cuando sale el dinero a raudales, uno no se lleva las cuentas… los contadores sólo entorpecen; las cifras bloquean…”).
Los argentinos que participaron en el gobierno establecido por el golpe militar de 1955 tuvieron la intención de destruir, no preservar obras y documentos. Sin embargo, no tuvieron un éxito total. Los administradores de la Fundación, comenzando con Cereijo, SÍ llevaron las cuentas y SÍ pudieron rendir cuentas hasta el último centavo del dinero de los obreros. Los que han sostenido lo contrario han cometido una grave injusticia con respecto a Evita. Afortunadamente, las personas interesadas en la investigación histórica pueden encontrar la verdad.


Fundación Eva Perón
De Wikipedia, la enciclopedia libre

La Fundación distribuía libros, alimentos, ropa, máquinas de coser, y juguetes para familias carenciadas del país. Su obra fue excepcional para la época. Se encargó de construir grandes complejos hospitalarios, casas de ancianos, casas para madres solteras, para jóvenes que llegaban desde todo el territorio argentino a la capital para continuar sus estudios. La Fundación brindó asistencia también a otros países, entre otros, a Croacia, Egipto, España, Francia, Israel, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Honduras, Japón y Chile.

Fondos de la Fundación Eva Perón

Los fondos de la Fundación provenían de aportes voluntarios y obligatorios estos últimos impuestos por leyes nacionales sobre los jornales de los obreros argentinos dos veces al año, así como donaciones de empresas privadas casi como requisito para funcionar sin problemas con el régimen peronista. También recibía fondos del Estado y utilizaba inmuebles, personal y medios de transporte del mismo.


Año

Presupuesto ($)

1948

49.580.953

1949

135.086.581

1950

326.172.038

1951

854.561.320

1952

617.731.147

Más allá de la importancia social de la fundación, se le han hecho importantes críticas que la definen como un brazo propagandistico del peronismo apoyado por fondos públicos. El haber arrancado la beneficencia a las familias pudientes de cada ciudad del país, y a la égida eclesial, tuvo un costo físico sobre la vida de su fundadora.

Era costumbre que la Sociedad de Beneficencia de Buenos Aires (que había sido fundada por Bernardino Rivadavia) designara presidenta honoraria a la primera dama. Cuando Eva Perón se entrevistó con sus directivos adujeron como excusa para no darle el cargo que por su edad carecía de la experiencia necesaria y también rehusaron la propuesta de Eva Perón que en tal caso se designara a su madre. El gobierno dispuso el 6 de setiembre de 1946 la clausura y disolución de la sociedad, que recién pudo reanudar su actividad una vez derrocado el régimen peronista.

En tanto las sociedades de beneficencia tradicionales se limitaban en general a subvencionar instituciones de ayuda, la Fundación construyó establecimientos de diversa índole, incluyendo policlínicos en el Gran Buenos Aires y los edificios para unas mil escuelas en la Provincia de Buenos Aires.

La Fundación Eva Perón tuvo su sede en la Avenida Paseo Colón 850 de la Ciudad de Buenos Aires, donde luego se emplazaría la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires.


Antigua sede de la fundación Eva Perón, hoy Facultad de Ingeniería.

La Fundación, su obra dedicada a los humildes. Inició su trabajo en 1948. Motorizó la obra pública de carácter social. Evita atendía durante horas a gente que llegaba de todo el país con pedidos. Algunos de sus logros fundamentales fueron:
  • 13.402 mujeres consiguieron empleo gracias a la Fundación, entre 1948 y 1950.
  • 8.726 chicos fueron internados para su cuidado en colegios o instituciones de la Fundación entre 1948 y 1950.
  • 25.320 vacantes tenían los 19 Hogares Escuela, entre los ya construidos y en construcción por la Fundación, en julio de 1952; distribuidos en 16 provincias. Los niños ingresaban como internos —por razones de extrema pobreza o distancia— o externos. En los dos casos concurrían a la escuela estatal en un turno y en el otro recibían apoyo escolar en el Hogar.
  • 22.650 camas tenían los 21 hospitales y policlínicos construidos por la Fundación en 11 provincias.
  • 17.150 camas del total estaban distribuidas en los hospitales y policlínicos construidos en el Gran Buenos Aires.
  • 2.350 ancianos fueron internados en los hogares para ancianos que construyó la Fundación. El 17 de octubre de 1949 se inauguró el primero de ellos en Burzaco y, hasta 1950, se abrieron otros cuatro. Allí eran alimentados y atendidos por enfermeras y monjas.
  • 1.500 cubiertos era la capacidad del comedor del Hogar de la Empleada. Tenía precios bajos y estaba abierto al público. Evita solía cenar allí y hacía pagar a uno de sus empleados por vez. Además, lo elegía para ir con visitantes extranjeros. Se realizaban veladas literarias, bautizadas Peña Eva Perón.
  • 500 mujeres podían encontrar alojamiento en el Hogar de la Empleada, en un edificio que construyó la Fundación en Avenida de Mayo 869. De los once pisos, nueve eran dormitorios. El Hogar estaba dirigido a todas aquellas mujeres que recibían un sueldo menor a $ 500, que no poseían vivienda ni familiares directos en la ciudad de Buenos Aires.
  • 60.180 personas fueron atendidas al año de haberse habilitado el primer Hogar de Tránsito. Se construyeron tres, con un total de 1.150 camas. El objetivo era remediar la escasez de vivienda, dando un amparo momentáneo.
  • 20 países recibieron ayuda de la Fundación en 1950. Se les enviaban víveres, medicina y ropa.
  • 20.148 familias sin trabajo en la ciudad, fueron reinsertadas en sus provincias de origen con trabajo y vivienda entre 1948 y 1950.
  • 11.000 empleados tuvo la Fundación Eva Perón hasta 1955 entre todas las instituciones que abarcaba.
  • 7.000 autos constituían la flota de todas las instituciones que conformaban la Fundación.
  • $ 70.000.000: presupuesto otorgado por la Fundación a la Ciudad Universitaria de Córdoba, en construcción en el momento de la muerte de Evita. Estaba dispuesto que alojara a 400 alumnos argentinos y 150 extranjeros, distribuidos en 15 pabellones.
  • 45.324 personas recibieron trabajo o vivienda al año de haberse inaugurado el primer Hogar de Tránsito, donde habían sido alojadas gratuitamente hasta cuando se resolvió su problema.
  • 1.500.000 sidras y unidades de pan dulce repartía todos los años la Fundación para las Fiestas.
  • 181 proveedurías fueron abiertas por la Fundación con el propósito de abastecer los artículos de 1ª necesidad para las familias en forma regular y a bajos precios.
  • 120.000 niños participaron del tercer certamen de los Campeonatos Infantiles "Evita" y los juveniles "Juan D. Perón", organizados desde 1949 en forma anual. Entonces se realizaba un amplio control sanitario a nivel nacional, realizado por el Departamento médico de la Fundación Eva Perón a cada uno de los participantes.
  • 3.000.000 de libros, juguetes, máquinas de coser, bicicletas, y prendas de ropa distribuía anualmente la Fundación.
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