martes, 19 de octubre de 2010

Aprender enseñando

Los problemas ambientales no son una novedad de los últimos años, si bien sus impactos, a partir de la década del 50 del siglo pasado y producto del crecimiento industrial y la adopción de modelos productivos de gran escala basados en la quema de combustibles fósiles, se han acelerado a niveles nunca vistos.

Como consecuencia de ello, el aire, el suelo, el agua y los otros bienes de la naturaleza se degradan y contaminan sin solución de continuidad, en todos los rincones del planeta.

Por su parte el consumismo irracional y desenfrenado pone en serio riesgo la sanidad global.

Como resultante, la problemática ambiental ha abierto un nuevo y complejo panorama en la relación existente entre educadores y educandos, dirigentes sociales y sus bases y gobernantes y gobernados, que pone en riesgo los saberes y respuestas de unos y otros ante cada coyuntura o demanda.

La temática ambiental exige una mirada más amplia para el abordaje y solución de sus conflictos y entuertos, donde lo holístico, sistémico y la búsqueda de los consensos necesarios, sean los modos de actuación frente a los desafíos imperantes.

Esto genera algunos problemas, ya que quienes deben actuar o manejarse en este mar de dificultades, no están lo suficientemente entrenados en la mayoría de los casos para ello, por cuanto se han formado en prácticas, saberes y paradigmas diferentes.

Como se dice jocosamente; Cuando teníamos todas las respuestas, nos han cambiado las preguntas.

Ello impone buscar nuevos caminos de acercamientos y de intercambios participativos, en un aprendizaje común y horizontal.

En esta construcción es necesario salirse de los moldes, de los ámbitos académicos, la cátedra y la tribuna política, para bajar al llano, diciendo, pero sobre todo escuchando pareceres, percepciones y necesidades.

En esa búsqueda abierta y con las limitaciones propias, intento siempre que puedo, acercarme a los jóvenes y aquellos sectores, que más allá del bombardeo de los discursos tradicionales, son más receptivos a nuevas ideas y nuevas formas de aprendizaje, para la modelación de una sociedad distinta, en la que la participación y el compromiso son el rasgo distintivo.

En dicho camino, las satisfacciones no pueden ser mayores, por lo que no quiero dejar de comentar dos encuentros recientes: uno en la escuela Nº 356 “Leandro de la Peña” de la localidad de Gregoria Pérez de Dennis (Estación el Nochero) en la deforestada ex Cuña Boscosa, Dpto. 9 de Julio de la Provincia de Santa Fe y otro en el Colegio “Centenario de Bolivia” de la ciudad de Santa Fe, en los que por casi 2 horas intercambiamos conocimientos con los alumnos de esos establecimientos educativos.

En el desarrollo de estas charlas compartidas: la contaminación, la concentración de recursos en pocas manos, la sociedad de consumo, el problema del agua, el modelo productivo insustentable y otros temas fueron puestos en el banquillo de los acusados, resaltándose la necesidad de producir y reclamar información sobre todas estas cuestiones, pero fundamentalmente se hizo hincapié en la necesidad de que los sectores sociales transiten caminos de encuentros para enfrentar hechos o procesos que en un tiempo más o menos largo pongan en serio riesgo la vida y la calidad de ella.

Pese al esfuerzo, pero por fortuna para mí, estas visitas que vengo sosteniendo desde hace tiempo, se irán incrementando con invitaciones a distintas localidades y seguiré transitando esta senda de aprendizaje compartido, que espero que brinde a los destinatarios de esas conversaciones, las mismas gratificaciones que yo recibo.

Ricardo Luis Mascheroni
Docente e Investigador Universitario

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