Pesce, un radical K amigo de Brito, ilegítimo presidente del BCRA

Gentileza: Alberto Colella

Miguel Ángel Pesce intentará completar el mandato de Martín Redrado, que concluye el 23/09. Sin embargo, ¿cómo podrá gestionar la autoridad monetaria cuando su posible mandato comienza viciado de nulidad, acusado de irregular y con cuestionamientos judiciales?

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Miguel Ángel Pesce cree que tocó el cielo con las manos: presidente del Banco Central.

Sin embargo, muchos creen que las consecuencias de su ambición le demandarán mucho dinero en abogados aún cuando ya no sea presidente del Banco Central, motivado en las causas judiciales que puede protagonizar de ahora en más.

Ocurre que la autoridad de Pesce comienza con evidentes vicios jurídicos, administrativos y políticos.

Por lo tanto, la autoridad de Pesce es casi nula, aún cuando él invoque su supuesta relación de confianza con Jorge Brito, presidente de Adeba y del Banco Macro.

Pesce llegó al BCRA de la mano de Alberto Fernández, quien lo conoció cuando Pesce era funcionario de Aníbal Ibarra en el Gobierno porteño.

Pesce decía responder a Raúl Baglini, a quien conocía de Diputados, cuando asesoraba a la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que Baglini presidió.

En verdad, Pesce comenzó asesorando, junto a Martín Hourest, a Rubén Rabanal, el titular de esa Comisión, que murió poco después de comenzar su gestión, en 1983.

En la Ciudad de Buenos Aires, Pesce decía encolumnarse con Jesús Rodríguez, desde que éste era diputado nacional, y también protagonizó la mencionada Comisión.

Más recientemente, Pesce se unió a Julio Cobos; pero lo abandonó cuando Cobos se alejó de los Kirchner.

Alberto Fernández lo llevó a la intervención federal en Santiago del Estero, acompañando a Pablo Lanusse; luego al Ministerio de Economía; y entonces al BCRA.

Ahora Pesce decidió dar el gran salto, pero el problema es que la remoción de Redrado no salió tal como la había planificado el kirchnerismo, y Pesce tiene enormes dificultades por delante.

Para comenzar, es un presidente del Banco Central ilegítimo y eso puede tener ruinosas consecuencias personales en todas las decisiones (circulares, resoluciones, etc.) que adopte en las próximas semanas.