sábado, 24 de agosto de 2024

¿María es digna de adoración?


Es una pregunta que me hago ante algunas evidencias producidas desde la encarnación del Señor. Aquí presento algunos planteos:

* Al final presento un audio de todo este escrito, para los que les cansa leer 😁

·         En la Virgen el Verbo Divino se hace carne

Dios Hijo toma carne de la Virgen para iniciar su concepción humana. Esta carne debe ser inmaculada, purísima, virginal; el alma de esta Virgen debe estar perfectamente limpia, sin pecado alguno o sea llena de Gracia, llena del Espíritu Santo. Esto es así hasta instantes antes de la llegada de Dios Hijo en la encarnación. En el instante del milagro de la encarnación, el Espíritu Santo fecunda el óvulo de la Virgen iniciando la concepción de Jesús. Para que esto suceda, Dios Hijo se introduce en el óvulo de la Virgen junto al elemento fecundador del Espíritu Santo. Aquí comienza la concepción de Jesucristo.

viernes, 16 de agosto de 2024

Concepción de Jesucristo

    Una concepción natural en un ser viviente se origina mediante un óvulo (femenino) y un esperma (masculino), que cambia de nombre según la especie viviente, sea humano, animal o vegetal, siguiendo las reglas particulares para cada caso.

lunes, 29 de julio de 2024

Cristiano católico, ¿qué creías?

La inauguración de los Juegos olímpicos de Francia 2024 llenó de vergüenza al mundo, no conforme con esto, también se ha llenado de hipocresía de tanta gente que se rasga las vestiduras sin haber hecho nada para evitarlo.

lunes, 1 de abril de 2024

El cuerpo de Cristo es diferente antes y después de la resurrección

    En esta semana santa del 2024, luego del vacío que se experimenta el viernes santo y que continúa el sábado, incluso durante la vigilia de resurrección, es una gracia de Dios que nos permite esos sentimientos tan dolorosos, como de muerte, de soledad, que nada lo llena, nada lo consuela, por la simple razón que Jesús ha muerto, ya no está con nosotros, estamos solos. Son sentimientos extraños que hacen perder el sentido de la vida; ni siquiera dan ganas de llorar, es mucho más profundo que eso, de tal modo que si no hubiese esperanza en la resurrección del Señor, sería mejor morirse.