A lo largo de estos últimos tiempos nuestro país ha tomado malos ejemplos como patrón de conducta y moralidad con estos nuevos “próceres de nuestra historia corrompida” que se alejan grandemente de aquellos que nos han dado verdaderamente la libertad y una riqueza interior suficiente como para no caer jamás en ningún tipo de esclavitudes. Aún así, el hombre necio y torpe ha elegido la miseria humana siguiendo a estos bufones de la decadencia que se presentan como modelo de progreso que insertan a todo un pueblo a vivir el presente en un mal pasado que anteriormente lo habíamos superado.
Este pueblo argentino hoy tendrá que luchar consigo mismo, de modo personal individual, y arrancarse de sí todo ese lastre que impide su evolución para volver a tomar ese camino que alguna vez lo han transitado aquellos que verdaderamente eran personas muy diferente a los modelos que hoy se exhiben.
Veamos algunos propósitos de aquellos que eran hombres e ideales de verdad.
Máximas para mi hija, por José de San Martín
