- Para saber cuánto te pueden proteger unas gafas, no te fijes ni en el color ni en la oscuridad de las lentes ya que la capacidad de bloquear la luz UV no depende de estas cuestiones.
- Si buscas estilo, dale prioridad a aquellos modelos que más cubren los ojos: Lo ideal sería que tus gafas de sol también cubrieran los laterales de tu rostro, así los rayos del sol no podrían entrar por la parte lateral de las gafas.
- En caso de duda entre dos marcas de gafas, decídete por aquella que más prestigio tenga en el campo de la óptica antes que elegir una que tenga prestigio en otro campo, como por ejemplo, en la moda. Mientras que la mayoría de marcas de prestigio de moda deberían incorporar lentes de calidad, esto será más probable si la marca es una especializada en gafas de sol.
- No confíes en las lentes de contacto: Incluso si utilizas lentes de contacto con protección UV, recuerda que además, debes llevar unas gafas de sol.
- No te dejes engañar por las nubes: Los rayos del sol pueden atravesar la neblina y las nubes finas. Las quemaduras de sol en los ojos pueden ocurrir en cualquier momento y durante cualquier estación el año y no sólo en verano.
- Protege tus ojos especialmente durante las horas en las que el sol brilla con mayor intensidad: Debes utilizar las gafas de sol siempre que te encuentres al aire libre, pero es especialmente importante usar gafas de sol a mediodía y durante las primeras horas de la tarde. También es importante que protejas bien tus ojos si te encuentras a cierta altura (sobre el nivel del mar), que es cuando los rayos UV son más intensos.
- Nunca mires directamente al sol: Mirar directamente al sol en cualquier momento, incluso durante un eclipse, puede conducir a la retinopatía solar (daño a la retina del ojo por la radiación solar).
- Si no utilizas lentillas y utilizas gafas graduadas, asegúrate de utilizar unas gafas de sol graduadas. Si haces esto, asegúrate de llevar siempre dos pares de gafas (las de sol y las gafas graduadas), ya que si se te hace de noche cuando estás en la calle y tienes que volver a casa conduciendo, podrás hacerlo sin problemas.
- No te fíes del precio de las gafas. Unas gafas caras no tienen que ser necesariamente buenas, aunque está claro que la probabilidad de que sean buenas aumenta considerablemente. Cómprate siempre unas gafas que a ser posible estén recomendadas por algún organismo competente, como por ejemplo la sociedad de oftalmología. Mira también que la calidad de la lente esté garantizada por algún organismo oficial y en caso de duda, pregunta en la tienda u óptica en la que estés comprando las gafas. Si no saben responderte sobre la calidad u homologación de la lente, huye de esa tienda porque no saben lo que están vendiendo.
- No te fíes de cualquier sello o pegatina que aparezca en tus gafas, especialmente si estás pensando en comprar las gafas en un mercadillo o en un lugar que no ofrezca suficiente garantías. En los mercadillos puedes comprarte un bolso o un jersey, pero no te juegues la salud de tus ojos por ahorrarte unos pesos en unas gafas que no te ofrezcan suficiente garantía o protección. Para comprar estas gafas, acude a una tienda o a un lugar que te ofrezca las suficientes garantías y confianza.
Publicado por Derecho Accesible
La salud visual, por encima de modas
El 70% de los catorce millones de gafas de sol que se venden cada año en España incumple la normativa europea de seguridad
A pesar de que para muchos son un complemento más, las gafas de sol han de proteger los ojos y evitar efectos peligrosos o nocivos del astro rey. Por consiguiente, la elección de sus lentes no debe basarse en modas o criterios estéticos, sino en el uso que se les dará. Para la montura dejaremos nuestros gustos y optaremos por la que más nos favorezca.
- La adquisición de las gafas de sol debe estar supervisada por un especialista de la visión.
- Elija la gafa más adecuada al uso preferente que se les va a dar, sea playa, montaña, deporte, conducción, etc.
- La gafa de sol ideal debe ser neutra desde el punto de vista óptico, cubrir de frente y lateralmente de los rayos nocivos, tener un alto grado de protección contra los rayos ultravioleta, ausencia de rugosidades y bordes vivos, con cristales u orgánicas, nunca de plástico.
- Además de hacer frente a las radiaciones solares, unas gafas deben permitir una óptima agudeza visual.
- No se deje engañar por el color de las lentes. Algunas lentes blancas filtran el 100% de la radiación UV mientras que otras muy oscuras no filtran correctamente la luz UVA pero si la visible, favoreciendo una mayor dilatación pupilar y, como consecuencia, un incremento de la radiación UVA que recibe el ojo.
- Preste especial atención a los niños, su cristalino es casi transparente hasta los 10 ó 12 años, y sus ojos absorben toda la radiación. No les compre gafas de sol de juguete o que no cumplan estrictamente con la reglamentación de la Comisión Europea.
- Para que la lente solar proteja de forma adecuada, debe estar perfectamente adaptada al rostro: la montura no debe quedar ni descentrada ni alejada de la cara.
- Antes de comprar cualquier gafa de sol, compruebe que esté marcada con el sello de la Comunidad Europea y que en la etiqueta figure la clase a la que pertenece o la categoría de su filtro.
- Asegúrese de que en el etiquetado o en el folleto informativo figuran el nombre y dirección del fabricante, las instrucciones de almacenamiento, uso, limpieza y mantenimiento o desinfección aconsejados por el mismo, así como los consejos y advertencias de seguridad en caso de que, por ejemplo, estén fabricadas con un tipo de filtro que no sea apto para la conducción de vehículos.
Un color para cada necesidad
Más allá de modas y cuestiones estéticas, el color de sus lentes indica para qué actividades son más adecuadas unas gafas.
- Marrón: para filtrar las radiaciones azules. Aumenta el contraste y la profundidad de campo y es ideal para los deportes al aire libre, ya que produce un efecto relajante. Indicado en caso de miopía.
- Verde: permite una percepción de los colores con muy pocas alteraciones. Reduce la luz visible sin interferir con la claridad de visión. Especial para deportes náuticos e hipermetropía.
- Amarillo: mejora el contraste en días nubosos, brumosos y con niebla. No se recomienda su uso para conducir en días soleados ya que puede provocar errores en la percepción de las luces rojas y verdes de los semáforos.
- Gris: permite su uso continuado en el tiempo, ya que transmite uniformemente la luz a través del espectro y respeta mejor los colores naturales. Recomendado para conducir.
- Naranja: no es apto para uso solar. Aumenta el contraste más aún que el color amarillo y es el más adecuado para situaciones en que el cielo está encapotado. Proporciona el mayor contraste cuando se dan situaciones de baja luminosidad y es un filtro eficiente para la luz azul. Es el color idóneo en condiciones de baja luminosidad, como la conducción nocturna o con niebla, ya que aumenta los niveles de contraste.
Grados de absorción de los filtros
- Filtros fotocromáticos: responden a la intensidad de la luz ultravioleta cambiando su tonalidad de clara a oscura. Aconsejable para frecuentes entradas y salidas de interior a exterior.
- Filtros espejeados: ofrecen una protección máxima frente al UVA por lo que son recomendados para el esquí o la escalada. Su inconveniente: se rayan fácilmente.
- Filtros polarizados: minimizan los deslumbramientos, ya que eliminan los reflejos de ciertos ángulos de superficies como el agua la nieve o la arena. Por tanto, son muy útiles para trabajos sobre superficies reflectantes, la pesca, deportes acuáticos...
- Filtros con antirreflejo: neutralizan las reflexiones de los rayos que pasan por los lados de las gafas.
La salud visual está en juego
- La exposición al sol sin protección puede originar importantes lesiones en la córnea, retina y cristalino, provocando conjuntivitis, la afección más habitual, úlceras crónicas y la aparición prematura de cataratas.
- Para prevenir las cataratas lo más eficaz es llevar gafas de sol que filtren la radiación UVA y UVB, y a ser posible con protectores laterales que eviten la radiación reflejada en el suelo, paredes, y en algunas partes del cuerpo como la cara y el cuello.
- Los daños que provocan unas gafas inadecuadas no aparecen en seguida, sino después de algunos años y en la mayoría de los casos las lesiones son irreversibles.
- Algunos dolores intensos de cabeza y fotofobias anormales (intolerancia y temor anormal a la luz) también están producidos directamente por la utilización de gafas de sol, que no disponen de los filtros adecuados para evitar el paso de la radiación ultravioleta a los ojos.
Consejos para comprar gafas de sol infantiles
Hace unas semanas veíamos que las gafas de sol para niños previenen problemas oculares, otra cosa es que ellos quieran llevarlas… Pero en el caso de que finalmente acepten con agrado, nos vendrían bien estos consejos para la compra de gafas de sol para niños.
Con la llegada del buen tiempo y los largos días, la exposición al sol es más frecuente, y conviene que los niños se acostumbren a protegerse. Si cuidamos su piel con protección y les ponemos gorras, las gafas de sol pueden ser un complemento muy útil. Pero, ¿qué gafas para niños comprar?
- Las monturas de los niños suelen estar generalmente fabricadas en materiales plásticos (“pasta”), aunque también las podemos encontrar de metal. Las monturas de plástico pueden ser la mejor opción para los niños en cuanto a durabilidad, comodidad, ligereza y coste.
- En el caso de que el niño tenga la piel sensible, existen monturas fabricadas con materiales hipoalérgenicos y extremadamente ligeras (titanio, tungsteno…), que podremos encontrar en ópticas.
- Es frecuente que las gafas se deslicen hacia abajo, al tener los niños la nariz pequeñita. En este sentido, las monturas de metal serían más cómodas, ya que utilizan generalmente unas almohadillas plásticas o de silicona que permiten un ajuste más individualizado. No obstante, existen modelos de gafas de pasta que incluyen puentes invertidos o anatómicos que se adaptan mejor a las pequeñas narices.
- Hay que probar las gafas al niño para cerciorarse de que entre el puente y la nariz no queda espacio, porque de otro modo es más fácil que a lente se deslice.
- Algunos modelos incluyen terminales ajustables (la parte de la patilla que queda detrás de la oreja) y varillas flexibles hacia el exterior para que no aprieten y se ajusten mejor a la cabeza del niño. Las varillas flexibles, además, conllevan menor peligro de rotura.
- Hay gafas que incorporan una goma ancha que une las patillas por la parte de atrás de la cabeza. Estas gafas serían ideales para la práctica de deporte, pero en general no es necesario que lleven dicha goma, pues no se les caen tan fácilmente si les ajustan bien.
- En cuanto al material de la lente, los niños suelen estar más expuestos a golpes y caídas, por lo que un cristal frágil sería muy peligroso para sus ojos. Los policarbonatos y los cristales orgánicos son ligeros y prácticamente irrompibles (aunque son más sensibles al rayado). La mayoría de gafas de sol infantiles son de policarbonato.
- Por supuesto, hemos de escoger unas gafas homologadas para evitar daños en la visión de los pequeños. No compraremos gafas de sol de juguete o que no cumplan estrictamente con la reglamentación de la Comisión Europea o de los distintos países.
- En las gafas ha de figurar tanto el sello de la Comunidad Europea como la clase a la que pertenece o la categoría de su filtro.
- El índice de protección 3 (fuerte) es el recomendado para niños, ya que absorbe gran parte de luz con sus lentes oscuras. La Norma Europea sobre gafas de sol (UNE) establece una clasificación de los filtros solares en cinco categorías, determinando para cada una de ellas la absorción que deben proporcionar los filtros. Las categorías de 0,1,2 serían demasiado suaves, ya que permiten pasar demasiada luz para los ojos sensibles de los niños.
- Las gafas deben proteger frente a la luz visible y la radiación ultravioleta (UVA y UVB).
- Dentro de los modelos que consideramos más adecuados siguiendo los consejos anteriores, podemos dejar al niño que escoja las gafas que más le gusten. Así tal vez lograremos que se las pongan con más ganas.
por Eva Paris; Bebés y más
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