Antes de ingresar de lleno al tema quiero hacer notar que en estos pocos o largos años de esta nueva democracia el hombre ha saciado hasta hartarse de sus propios caprichos individuales; la democracia es signo de libertad, pero más aún de todos aquellos que vivimos durante el proceso militar de los años setenta donde la democracia también significaba “piedra libre para todo”. Es muy notable que luego de vivir muchos años bajo un régimen de gobierno militar se pensaba que todo lo prohibido y censurado era injusto y hasta caprichoso; llegamos a detestar tanto ese tipo de cosas, que por desprecio a los militares, no analizamos las diferencias entre lo “no provechoso” y lo injusto, tan solo metimos todo lo prohibido en la misma bolsa de la injusticia y la represión.
Sin ingresar a las discusiones puntuales de cada caso notamos que se ha dado libertad para todo, pero solo lo utilizamos en forma individual haciendo surgir desde adentro de cada persona hasta las cosas más oscuras que cada cual las tenía reprimidas pero sin evaluar las inconveniencias de las mismas. Pero, así como cuando se inicia un negocio o un plan estratégico de una empresa, rigurosamente se hace el análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas), el pueblo argentino no ha hecho ese análisis FODA en las personas ni en sus actitudes, sino que hemos actuado cada quien por su lado haciendo de la libertad una excusa de nuestras propias pasiones, sin importar ni pensar en su identidad ni sus consecuencias.
Muchos piensan que la moral es solo poner cara de hipócrita y caminar recto por las calles tan solo para mostrar una simple apariencia personal, y no se dan cuenta de todo el campo que ella abarca y hace a todas las relaciones personales, individuales y sociales.
La democracia solo presenta libertad dentro de una vivencia con reglas y fundamentos, y no como un big bang de cuestiones desordenadas y aleatorias que emergen desde los caprichos y de las ganas.
No es mi intención abordar un tema filosófico, aunque no vendría mal hacerlo, solo pretendo mostrar que quizás ya nos hemos dado el gusto de hacer lo que hemos querido hacer, y quizás hasta el hartazgo, mostrando nuestro lado claro y también el oscuro. Pienso que ya es tiempo de cambiar.
Hoy podemos hacer reuniones entre varias personas (en la época militar de los setenta estaba prohibido por vivir permanentemente en estado de sitio), proyectando y proponiendo tantas cosas importantes. Podemos salir a la calle sin el DNI sin el temor de quedar detenidos por policías armados y muchas veces alcoholizados. Podemos opinar, publicar en diarios, gritar, decir cosas, reírnos a carcajadas o llorar en público. Podemos votar, ser candidatos.
Podemos insultarnos, robar y asaltar a las personas. Podemos matar niños dentro del vientre materno aunque luego pretendamos acallar la conciencia legislando un funeral religioso y una sana sepultura del niño asesinado. Podemos casarnos entre dos varones o entre dos mujeres con adopción de hijos. Podemos usar la pornografía como cosa normal y corriente. Podemos divorciarnos y sortear legalmente nuestros hijos.
Podés drogarte y vender drogas; podés prostituirte y comerciar con el sexo. Podés ser ateo y combatir a las religiones. Podés ser comunista e insultar y degradar a nuestros Próceres y a nuestro Pabellón Nacional. Podés agremiarte y utilizar de rehenes a tus representados negociando con el poder de turno. Podés ser mal gobernante y convertir a los tres Poderes del Estado en un solo poder totalitario para fines personales.
Podés ser juez y defender tu sillón en vez de la Constitución Nacional.
Podés ser un mal ejemplo a imitar siendo docente, juez, gobernante o lo que cuadre.
Podés hacer lo que quieras, y si es algo inmoral, mejor todavía; hasta el Estado te ayuda.
Consecuencias
¿Qué ocurre con las nuevas generaciones que no han vivido en la época del proceso militar? ¿Acaso deben tomar el ejemplo de los viejos torcidos que liberan su lado oscuro, pensando que es claro y que injustamente fue reprimido?
¿Cómo la ven esos pequeños que están creciendo y a tan temprana edad ya le han perdido el gusto a la vida? ¿Por qué se emborrachan y se drogan, acaso piensan que ellos no conocen sus efectos? Lo hacen porque “están podridos” de tantos adultos torcidos. No tienen a quién imitar, miran el futuro y sienten asco. Les han tirado a la basura los buenos ideales mientras pretenden “imponerles” basuras como ideales nuevos. Se drogan y emborrachan porque ya les da lo mismo vivir que morir. ¡Quieren sentirse vivos aunque sea en la ficción!, porque esta es, para ellos, “una realidad de mierda” que no les promete futuro alguno.
No se gasten tanto en talleres de drogadicción, de sexo ni de alcoholismo para los chicos. Más bien hagan talleres para los adultos y viejos que viven torciendo a la juventud y les roban hasta el sentido de la vida.
¿Qué pasa en nuestra política de gobierno que solo se la utiliza como revancha de cosas pasadas?
¿Qué pasa con nuestros políticos que no terminan de saciar su propia sed individual y egoísta?
¿Qué pasa con este pueblo que por querer libertad eligió vivir esclavizado?
Algo para tener en cuenta
Así como el pueblo debería estar satisfecho de haber liberado su lado oscuro, pero que ya es tiempo de cambiar y de comenzar a tomar las riendas de la evolución humana, pienso que también los políticos deberían hacer lo mismo y pensar en una nueva forma de representar al pueblo.
No hace falta hacer un análisis de la política actual porque no es secreto para nadie esto que es una verdadera vergüenza popular. Más bien pretendo analizar el panorama político que está próximo y deberíamos darle mucha importancia.
Para que sea posible esta conversión política es necesario además que haya políticos con capacidad de gobierno más que con capacidad de gestión, que más propio para una empresa privada que para el Estado. Veo que ningún partido político hoy lo ofrece como candidato.
El PJ está desnaturalizado y el peronista no identifica como propio a Capitanich; aún así no lo veo como gobernante y descarto de plano su candidatura como deseada por parte mía. El peronismo está en un estado muy grave porque no tiene un candidato que pueda dar una real respuesta de gobierno; y si miramos alrededor no encontramos a nadie que pueda representarnos con dignidad política desde el peronismo.
Me gustaría que cuando se hace una cuestión política el gobernante responda políticamente y no con propaganda como si la Casa de Gobierno fuese un supermercado de una firma comercial.
Por ejemplo, si alguien reclama que el Chaco no tiene agua potable o que nos han estafado con el tema de las cloacas, ellos responden: Bajamos el 10% la papa; tenemos súper oferta en el salamín; abrimos las puertas los domingos; en el día del niño regalamos 50 celulares para sus hijos. Como si cada reclamo fuese cosa de una competencia comercial que podría poner en riesgo su clientela. Muchos se la tragan sin colar y no quieren darse cuenta de la enorme incoherencia entre estos neos políticos y la política de Estado.
En el radicalismo pasa lo mismo con la Intendente de Resistencia Aída Ayala, es Capitanich versión femenina.
Biología Vs. Ideologías
Era muy cierto cuando hablaban de “el fin de las ideologías” y de “el transversalismo político”, pero lo que el pueblo no se ha dado cuenta es que “ideologías” la traducen en “cultura argentina y su historia”; y “transversalismo” han significado como “sociedades” de dirigentes de distintos partidos políticos.
Aquí vemos el fin del peronismo y del radicalismo, ambas son ideologías culturales. Al peronismo comienzan a anularlo desde el marxismo (algo semejante entre Iglesia Católica y Testigos de Jehová), pero no lo hacen con el fin de implantar el marxismo como ideología, sino tan solo para destruir al peronismo y al radicalismo; y poco a poco irán desechando a los marxistas de los espacios del gobierno.
También es el fin de “la argentinidad y de la Patria”, desechando a todos nuestros próceres y símbolos patrios como “ideología cultural nacional” intentando desviar la atención hacia Kirchner y Alfonsín, como negando toda la historia argentina anterior a 1983.
El pueblo argentino está atónito y desconcertado ante esta novedad que no la alcanza a entender porque no la conoce. Esta etapa se llama DESAPRENDER, que significa borrar todo lo aprendido; es como una especie de lavado de cerebro popular que corta la cadena histórica cultural entre las nuevas generaciones y su propia tradición, como madre que engendra y sostiene a la nación; como madre que da identidad a su pueblo. Luego de esto viene el dilema del niño huérfano que necesita ser adoptado, y aquí viene la segunda etapa que se llama APRENDIZAJE, donde aparecen nuevos ideales, nuevos rumbos, nuevos partidos políticos, nueva cultura como madrastra de un pueblo huérfano de patria.
La biología política, presenta como los estados de ánimo de las personas. Tratan de estudiar a las personas, sus conductas, sus deseos, sus resortes biológicos, para luego presentar su “oferta salvadora” desde el gobierno.
Esto no se aprende en los partidos políticos sino en los cursos de entrenamiento para dirigentes, muy difundido en estos tiempos, y se lo conoce como “coaching ontológico dirigencial”, donde enseñan a los políticos a entender los ánimos de la gente, desde el punto de vista biológico, para ganar las elecciones y perdurar en el Poder.
Para aquellos que no entienden esto, es la enseñanza que también dan a los vendedores de las multinacionales y de grandes cadenas de ventas de productos, donde los empleados se visten muy bien, dan una atención exquisita al cliente, muestran una sonrisa de plástico y un cuerpo sin alma, como si fuesen de cartón. Son como androides (humanos robotizados), que intentan vender su producto.
En este coaching (entrenamiento), se enseña oratoria, como deben presentarse, vestirse, hablar, entusiasmar, enrolar a la gente; también se enseña algo de filosofía, pero no como filosofía, sino como características biológicas de las personas respecto de sus creencias, juicios, puntos de vistas. Enseñan a promocionarse y promocionar su producto. Utilizan el libro de Maturana, como también otros libros de origen inglés y estadounidenses.
Esta no es una ideología, pero responde a una ideología de políticas de mercado que proviene de Estados Unidos.
En muy pocos años nuestras fechas patrias serán obsoletas, nuestros próceres una fantasía y el pueblo, clientes o empleados del gobierno de gerentes que rinden cuenta a otras ideologías.
Este es el gobierno de los Kirchner y de Capitanich (Aída Ayala), son muy diferentes en apariencia, con uno hacia la ultra izquierda y el otro a la ultra derecha, como una gran red de pesca que atrapa a todo un pueblo distraído y pensando en sí mismo como carnada eficaz del pescador a gran escala.
El peronismo y el radicalismo ya no existen, son obsoletos por declaración y decisión de estos nuevos androides de la política que se valen de las condiciones biológicas de las “estructuras de carbono” (personas), al servicio de las multinacionales que tienen su origen en Estados Unidos.
Pregunten a cualquier militante político por sus razones de pertenencia y permanencia en su partido, no responderán con ideas ni ideologías sino con propagandas, con mentiras e impotencias. Son como agrupaciones de evangélicos ante la Iglesia Católica, del mismo modo, estos militantes critican y tratan con desprecio la cultura argentina, su historia, sus próceres y sus símbolos patrios. No se dan cuenta que son parte de una corporación extranjera que ataca a su propio país, utilizando el nombre y el voto de “Partido Justicialista y Unión Cívica Radical”.
Juan C. Starchevich
diario
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