martes, 31 de julio de 2012

Lo que todo ser humano debe saber

Más allá de una apreciación relativa existe la verdad independientemente de lo que uno crea. La verdad “es”, esto significa que es única, lo único relativo es el creer en ella o no. Los que creen es porque tienen fe, porque viven en la luz, entonces aquellos que no creen en ella deben pedirle a Dios que ilumine su inteligencia y los llenen de fe.

Quizás digan que lo que está a continuación es católico, una religión, y es muy cierto, pero también es cierto que es la propia “realidad” porque honramos al único Dios Verdadero, Creador del cielo y de la tierra, y único Redentor del universo. Los que están fuera de Él la esperanza es solo una ilusión y la muerte una desesperación. (Juan C. Starchevich).

Pongo a continuación lo que he obtenido de la siguiente fuente, a la cual sugiero la visiten:
Oraciones y devociones catolicas >>

Los Mandamientos de Dios, de la Iglesia Católica, Artículos de Fe, Sacramentos, Obras de Misericordia, Indulgencias, Virtudes Teologales Y Otros

Los 10 Mandamientos

  1. Amará a Dios sobre todas las cosas.
  2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
  3. Santificarás el día del Señor.
  4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
  5. No matarás.
  6. No cometerás actos impuros.
  7. No robarás.
  8. No levantarás falsos testimonios ni mentirás.
  9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
  10. No codiciarás los bienes ajenos.

Existen dos tipos de pecados, los pecados veniales y mortales.

Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones:
  1. Es pecado mortal lo que tiene por objeto una materia grave (faltar a uno de los 10 mandamientos),
  2. debe ser cometido con pleno conocimiento, es decir la persona debe saber que la falta es pecado y
  3. con deliberado consentimiento; consciente de lo que hace y que no lo haga bajo presión de personas o circunstancias.
El pecado venial es una infracción leve pero deteriora la relación con Dios y dispone a la persona a cometer un pecado mortal.

Títulos de Cristo

Es el Hijo de Dios y como tal existe desde toda la eternidad.
Es nuestro hermano mayor porque es hombre como nosotros.
Es nuestro Maestro porque nos enseña su doctrina.
Es nuestro Pastor porque apacienta nuestras almas.
Es el Señor de todo lo creado y Señor de la historia.
Es nuestro refugio porque nos consuela en penas y dolores.
Es nuestro Redentor porque con su sangre nos redimió.
Es nuestro intercesor ante su Padre.

Los Preceptos de La Santa Madre Iglesia son cinco

  1. Participar en misa entera todos los domingos y fiesta de precepto.
  2. Confesarse a lo menos una vez al año.
  3. Comulgar por Pascua de Resurrección.
  4. Ayunar cuando lo manda la Santa Madre Iglesia.
  5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades. 

LOS SACRAMENTOS DE LA IGLESIA SON SIETE

1.- Bautismo. 2.- Confirmación. 3.- Reconciliación. 4.- Comunión.
5.- Unción de los enfermos. 6.- Orden Sagrado. 7.- Matrimonio.


LAS OBRAS DE MISERICORDIA SON CATORCE

Las siete obras corporales son:
1.- Visitar a los enfermos. 2.- Dar de comer al hambriento. 3.- Dar de beber al sediento. 4.- Vestir al desnudo. 5.- Dar posada al peregrino. 6.- Redimir al cautivo. 7.- Enterrar a los muertos.

Las siete obras espirituales son:
1.- Enseñar al que no sabe. 2.- Dar buen consejo al que lo necesita. 3.- Corregir al que yerra. 4.- Perdonar las injurias. 5.- Consolar al que sufre. 6.- Sufrir con paciencia las flaquezas de nuestro prójimo. 7.- Rogar a Dios por los vivos y difuntos.


LOS PECADOS CAPITALES SON SIETE

1.- Soberbia. 2.- Avaricia. 3.- Lujuria. 4.- Ira. 5.- Gula. 6.- Envidia. 7.- Pereza.

Contra estos siete vicios, hay siete virtudes

Contra soberbia, humildad. Contra avaricia, largueza. Contra lujuria, castidad. Contra ira, paciencia. Contra gula, templanza. Contra envidia, caridad. Contra pereza, diligencia.


LOS ENEMIGOS DEL ALMA SON TRES

Mundo, demonio y carne.


LAS VIRTUDES TEOLOGALES SON TRES

Fe, esperanza y caridad


LAS VIRTUDES CARDINALES SON CUATRO

Prudencia, justicia, fortaleza y templanza.


LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO SON SIETE

Sabiduría - entendimiento - consejo - fortaleza - ciencia - piedad - temor de Dios.


LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO SON DOCE

Caridad, gozo espiritual, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia, castidad.


PRINCIPALES ARTÍCULOS DE FE

Siete nos hablan de Dios, y son éstos:
  1. Creer en un solo Dios Todopoderoso.
  2. Creer que es Padre.
  3. Creer que es Hijo.
  4. Creer que es Espíritu Santo.
  5. Creer que es Creador.
  6. Creer que es Salvador.
  7. Creer que es Glorificador.
Siete nos hablan de Nuestro Señor Jesucristo, y son éstos:
  1. Creer que Nuestro Señor Jesucristo, en cuanto a hombre, fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
  2. Creer que nació de la Santísima Virgen María, siendo ella virgen, antes del parto, en el parto y después del parto.
  3. Creer que sufrió la pasión y muerte por la salvación de todos nosotros pecadores.
  4. Creer que descendió a los infiernos y sacó las almas de los santos padres que estaban esperando su santo advenimiento.
  5. Creer que resucitó al tercer día de entre los muertos.
  6. Creer que subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso.
  7. Creer que vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos, a los buenos para darles gloria, porque guardaron sus santos mandamientos, y a los malos penas eternas porque no los guardaron.

LAS BIENAVENTURANZAS SON OCHO
  1. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
  2. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra.
  3. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
  4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartados.
  5. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia.
  6. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
  7. Bienaventurados los pacíficos porque ellos serán llamados hijos de Dios.
  8. Bienaventurados los que padecen persecuciones por la justicia porque de ellos será el reino de los cielos.

LAS INDULGENCIAS

Las indulgencias son tesoros espirituales con los cuales se perdona la pena temporal merecida por los pecados ya perdonados. Las indulgencias pueden aplicarse a nosotros o a las almas del purgatorio. El Papa Pablo VI, en 1967, dictó normas sobre las indulgencias. Cada día se puede ganar una sola indulgencia plenaria y sin límite las parciales. Para ganar una indulgencia plenaria se necesitan cuatro condiciones:
  1. Confesión,
  2. Comunión,
  3. Orar por las intenciones del Sumo Pontífice,
  4. Exclusión de todo afecto al pecado.

La confesión puede hacerse ocho días antes o después de ganar la indulgencia. Conviene que la comunión se haga el mismo día. Con una sola confesión se pueden ganar varias indulgencias plenarias en diversos días. Para cada indulgencia plenaria se requiere una comunión especial. Para cumplir la condición de orar por el Sumo Pontífice bastará un Padre nuestro y Ave María u otras preces por el Papa.

Se gana indulgencia plenaria:
  • Visitando cualquier iglesia u orando por los difuntos el 2 de noviembre.
  • Igualmente visitando la iglesia parroquial en el día del titular. (Por ejemplo si usted se llama Ignacio, ir el 31 de julio).
  • El 2 de agosto por la "Porciúncula", visitando una iglesia.
  • Rezando el Santo Rosario en la iglesia o en familia.
  • Adorando al Santísimo Sacramento, a lo menos por media hora.
  • Leyendo la Sagrada Escritura a lo menos por media hora.
  • Haciendo el Vía Crucis.
  • El viernes Santo venere y bese la cruz en la solemne acción litúrgica (en la ceremonia de la Muerte del Señor)
  • Recitando la oración "A Jesús Crucificado" que se entrega a continuación, los Viernes de Cuaresma delante de un crucifijo.
  • Visitando un cementerio, los días 1 al 8 de noviembre y rezando por los difuntos. Esta indulgencia es aplicable solamente a las almas del Purgatorio.
  • Renovación de las promesas bautismales en la Vigilia Pascual o en el aniversario del propio bautismo.
  • El día que se hace la primera comunión o se asiste a una.
  • Al celebrar un nuevo sacerdote su primera misa o los fieles que asisten a ella.
  • Visitando una Iglesia Parroquial o la Catedral, el día de su fiesta patronal.
  • Recitando durante los viernes de Cuaresma, ante una imagen de Cristo, después de comulgar, la oración: "Miradme, oh mi amado y buen Jesús".

A Jesús Crucificado: Aquí me tienes, amado y buen Jesús, postrado ante tu presencia. Te ruego y suplico, con todo el fervor de mi alma, que Te dignes grabar en mi corazón, vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero arrepentimiento de mis pecados y firme propósito de enmienda. Mientras tanto, yo considero dentro de mi alma y contemplo tus cincos llagas con gran afecto y dolor, teniendo presente lo que en tu boca, buen Jesús, ponía el Profeta David: "Han abierto mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos".


LA SAGRADA BIBLIA

La Sagrada Biblia es el conjunto de libros que contienen la Palabra de Dios escrita. Se divide en dos partes: Antiguo y Nuevo Testamento. El antiguo Testamento comprende los libros inspirados por Dios, escritos antes de venir al mundo Jesucristo. Son 45.

El Nuevo Testamento comprende los libros inspirados por Dios, escritos después de Jesucristo por los Apóstoles y discípulos del Señor. Son 27. Los libros más importantes del Nuevo Testamento son los cuatro Evangelios: Evangelio de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan.

LOS APÓSTOLES
1.- Simón, llamado Pedro. 2.- Andrés. 3.- Santiago y 4.- Juan hijos del Zebedeo. 5.- Felipe. 6.- Bartolomé. 7.- Tomás. 8.- Mateo. 9.- Santiago hijo de Afeo. 10.- Tadeo. 11.- Simón. 12.- Judas, el traidor.


ESTACIONES DEL VÍA CRUCIS

Estación I Jesús condenado a muerte
Estación II Jesús cargando la Cruz
Estación III Jesús cae por primera vez
Estación IV Jesús encuentra a su Madre Santísima
Estación V El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la Cruz
Estación VI La Verónica limpia el rostro de Jesús
Estación VII Jesús cae por segunda vez
Estación VIII Jesús habla a las mujeres que lloran
Estación IX Tercera caída de Jesús
Estación X Jesús despojado de sus vestiduras
Estación XI Jesús es clavado en la Cruz
Estación XII Jesús muere en la Cruz
Estación XIII Jesús en los brazos de su Madre
Estación XIV Jesús es sepultado


REFLEXIONES PIADOSAS

Jesucristo ha dicho, que toda la Ley está cifrada en estos dos mandamientos: Amarás a tu Dios con toda tu alma y a tu prójimo como a ti mismo. También nos ha recomendado, que roguemos los unos por los otros, para que seamos salvos, y la Santa Biblia recuerda numerosos casos, en que la oración por el prójimo ha detenido unas veces el castigo y otras ha hecho derramar a raudales la misericordia de Dios.

¿Quieres alegrar a Dios? Coopera a su obra redentora, haciendo prácticas estas palabras suyas: “No quiero la muerte del impío, sino que se convierta de su mal proceder y viva: Os digo que habrá más fiestas en el cielo por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de penitencia, porque los pecadores son y no los justos a quienes he venido yo a llamar a penitencia" ¿Te sientes feliz? En acción de gracia pide a Dios que encamine a la felicidad eterna, aunque sea a uno solo de los que no siguen sus justísimos preceptos. ¿Estás triste? Busca el consuelo del amor de Dios, sigue su ejemplo y cumple su doctrina, rogándole por la salvación de los que te atribulan y aunque nadie haya ocasionado la desgracia que te aflige, recuerda que Dios ha prometido oír los ruegos del corazón atribulado y aprovecha esa situación propicia del tuyo, para pedirle misericordia para tu prójimo.

Si el deber o el afecto te vinculan a un alma separada de Dios, procura salvarla, que ante Dios todas son hermanas de la tuya, y habrás obedecido al precepto de amar a tu prójimo como a ti mismo. ¿Te consideras pequeño? Ciertamente lo eres ante la grandeza de tu Creador. Aún cuando es grande es misericordioso, Él nunca podrá olvidarse de ti. El mismo ha prometido que alcanzarás cuanto pidas en la oración con fe, y que la oración del humilde traspasará las nubes y no reposará hasta acercarse al altísimo del cual no se apartará hasta que incline hacia vos sus ojos.

Tened presente que el Angel Rafael, dijo a Tobías, que la limosna libra de la muerte, purga los pecados, y alcanza la misericordia y la vida eterna, cuando hagas caridad ofrécela por tus pecados y también por la de los vivos y muertos. Nunca estás tan cerca de Dios, como cuando comulgas. Aprovecha pues, este acceso feliz a la Divinidad para pedirle que acepte tus actos religiosos en bien de tus hermanos que se encuentran descarriados. Estos votos los puedes sumar a las intenciones del sacrificio del altar que Nuestro Señor instituyó en memoria suya y de mérito grandísimo porque es la repetición incruenta del sacrificio del Calvario.

Si procedes así, tu alma se confortará con la esperanza justificada por la inmensidad de la misericordia de Dios, de haber allegado un hijo pródigo; y aunque al hacerlo no pienses en ti mismo, tu recompensa será grande, porque así lo ha prometido el Divino Maestro en el admirable Sermón de la Montaña, y esa recompensa, según el apóstol Santiago, será la salvación de tu alma.

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