Tomando referencia de las cámaras fotográficas que usan rollos de fotografías, aún cuando ya están siendo reemplazadas en su totalidad, nos dejan ellas una gran enseñanza, pues las fotografías muestran el instante preciso del clic y te dejan como congelado en ese instante de tu historia. Cuando se debe revelar esa foto aparece en primer lugar su negativo, lo que es negro se muestra blanco, lo que es claro se muestra oscuro, todo se muestra al revés, quizá como parte de nuestra propia vida y algunos objetivos individuales y sociales.
Cada día se nos muere un sabio anónimo y nos nacen varios impertinentes.
Parece que estamos viviendo el negativo de nuestra propia realidad, gobierna quien no debe gobernar, “Escribe el que no debe escribir”, enseña quien no debe enseñar, dirige el que no debe dirigir…, conducen quienes no deben conducir, protestan los que no deben protestar y están callados los que deben alzar su voz.
Ningún integrante de la sociedad ignora esto, pero aún así permítanme invitarlos a pensar. Sepan que no pretendo hacerme el maestro, solo deseo compartir con ustedes un pensamiento; ¿quieren hablar de política?, ¿la educación, el trabajo, el agua? ¡No!, ¡eso ya lo sabemos todos! Vamos a hablar de las fotografías y quizás, de ellas, saquemos mejor nuestras propias conclusiones.
El negativo solo es un paso previo, pero si no hay acción futura entonces sería el paso final, una simple película de la historia que muestra lo contrario de la realidad. ¿Qué hace que esa foto muestre la imagen real? La revelación (con “v”), pues con “b”, significaría destruir el negativo e impedir su acción futura.
¿Cómo se hace un revelado?, ¿dónde?, ¡en el cuarto oscuro!, pero ese cuarto oscuro no está totalmente oscuro, sino que dispone de una luz especial, una luz especial de revelación. Si en ese cuarto oscuro habría solo oscuridad no podría darse la revelación.
¿Dónde está el negativo de nuestra sociedad, en el cuarto oscuro o en la oscuridad? ¿Qué buscamos, reVelación o reBelación? Ya sabemos hacia donde nos conduce cada una de ellas. Debemos saber también que el negativo no se revela a sí mismo, sino que necesita de esa magia o misterio puesta en manos del fotógrafo.
El hombre y la sociedad solo pueden actuar con certezas y eficacia dentro de una realidad revelada.
El negativo es signo de sufrimiento, y para muchos, el infierno.
Nuestra sociedad se desconoce así misma, se cree autosuficiente, y por intentar cambiar su suerte comienza a reBelarse sin darse cuenta que se destruye a sí misma.
Si he comprado un pimiento no puedo exigirle el sabor del tomate. Debo aprender a saborearlo hasta que vaya de nuevo a la verdulería, pues mi frustración no es culpa del pimiento, sino de mi propia negligencia en mi ambición distorsionada. Pero debo aprender bien esto: “si quiero saborear tomates, debo comprar tomates”.
Para revelar un negativo no alcanza solo con el cuarto oscuro y su luz especial. Y si alguien sabe lo que falta, por favor, hágamelo saber.
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