¿Hacia dónde va nuestro país?

La gente hace grandes colas, un mar de gente en una creciente progresiva, van a cobrar su premio, el premio del desempleo, la ayuda por no tener trabajo y la barrera que los limita a quedar encerrados dentro de ella. Ya no podrán salir de allí, pues cuando estas cosas perduran en el tiempo genera costumbre, genera cultura, la cultura de cobrar por no trabajar, cobrar tan solo por existir. Ha nacido una nueva clase social en nuestro país y cada vez se hace más numerosa y más necesitada.

¿De dónde sale el dinero para pagar a toda esta gente que cada vez son más? Son personas que tienen derechos pero no se le asignan obligaciones. ¿Será que toda esta gente va a aceptar vivir siempre de esta manera? ¿Qué ocurrirá cuando aflore en masa el sentido de impotencia? ¿Lucha de clases? ¿Acaso no decían que se terminaron las ideologías? ¿Se está fabricando una revolución? ¿No sería más simple crear fuentes genuinas de trabajo? “…porque si entre ellos se pelean los devoran los de ajuera”.

En el otro extremo de este abanico social tenemos a los productores, corresponde al menor porcentaje social que poseen la mayor cantidad de tierras del país. Se les ha dado el beneficio de ganar tres a cuatro veces más desde que se ha pesificado nuestra economía con el 3 y 4 a 1 más inflación. Son personas que tienen obligaciones pero no se les ha asignado derechos. Ellos deben alimentar y mantener al resto de toda la población del país. ¿Acaso no decían que se habían terminado las ideologías? ¿Los han reducido a ser empleados del estado en las secciones de agricultura, ganadería, tambo,…? ¿Será que esta gente va a aceptar vivir siempre de esta manera? ¿Qué ocurrirá cuando aflore en masa el sentido de rebeldía? ¿Lucha por el Poder? ¿Lucha de clases? ¿Acaso no decían que se habían terminado las ideologías?

En las zonas intermedias del abanico social tenemos a los sectores de servicios en áreas privadas y estatales. Muchos de estos son potenciales desocupados, otros son administrativos desvinculados de la producción que se suman al gasto social. Las obras sociales y caja de jubilación forman parte de una oscura administración que alimentan a una cantidad creciente de jubilados y pensionados que jamás han hecho algún aporte. ¿Cuánto tiempo va a durar esto? ¿Mayor emisión de dinero? ¿Mayor inflación? ¿Los empleados que se jubilan se conformarán con un cobro mensual semejante a aquellos que nunca aportaron? ¿Cobrarán lo mismo que los que no trabajan? ¿Al jubilado lo han transformado en un simple desocupado? ¿Acaso no decían que se habían terminado las ideologías?

Por último, existen los intermediarios, aquellos que tienen el ojo clínico, aquellos que deciden si vas a ser feliz o no, aquellos que deciden si vas a ser rico o pobre, aquellos que deciden a quién tenemos que votar en elecciones, los que deciden si tus hijos serán tuyos o del Estado, los que deciden si las Fuerzas Armadas de la Nación serán, o no, reemplazadas por piqueteros armados, los que han decidido ser ricos por tan tremendo trabajo intelectual de transformación, acompañados por una gran cuadrilla de gobernantes y legisladores obsecuentes a sueldo, jueces que defienden su sillón en lugar de la Constitución Nacional Argentina ¿Acaso no decían que se habían terminado las ideologías?

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