* Al final: Mensaje de Monseñor Arancedo s/ proyecto de ley Dip. Alicia Gutiérrez
Cosa muy curiosa. Cuando se retira una cosa, inevitablemente se la reemplaza por otra.
Entiendo muy bien que en un pueblo laico debe existir de modo evidente la libertad de creer en lo que se le ocurra a quién sea, de modo individual y colectivo. Esto significa que la gente tiene el derecho de creer en Dios, según Jesucristo, cosa que lleva al creyente en expresarlo de un modo visible y pacífico a través de los órganos sensitivos del ser humano. Pero quién no cree en Dios, ni quiere creer, tiene también el derecho de ser respetado en su modo de pensar, por lo tanto no debe ser violentado hacia la fe.
Argentina se ha caracterizado históricamente en expresarse pacíficamente en todas sus convicciones, quizás con un poco de alarde en alguna de ellas, como por ejemplo en el futbol, o en cosas semejantes, pero de ningún modo se prohíbe el uso de banderas de clubes de fútbol en espacios públicos; de la misma manera ocurre con los distintos partidos políticos que llenan de imágenes expresadas en cuadros y esculturas en plazas públicas y en recintos gubernamentales y públicos, a sabiendas que solo les agrada a unos pocos frente a la gran mayoría que está en desacuerdo con ese signo político, sus líderes e ideales. La gente entiende esto, porque “libertad es poder expresarse y no impedir que se lo haga”, pues, en caso contrario, ya no estaríamos dentro del campo de la libertad, sino de una “represión autoritaria” de aquellos que hacen “abuso del poder”.
Argentina se ha caracterizado histórica y culturalmente en ser religiosa y mayoritariamente Católica. Culturalmente ha sido aceptada por el pueblo la existencia de imágenes del credo católico en ámbitos públicos, por la sencilla razón de hacernos recordar que la esperanza del hombre radica en las cosas buenas, limpias, honestas, y sirve además de espejo en el cual nos miramos y advertimos cuán lejos o cerca estamos del camino del bien. Nos sirve también como recordatorio que más allá de la muerte existe una esperanza que solo se logra fuera de la corrupción. Sirve también de alarma cuando comenzamos a caminar en sendas que conducen al deterioro humano y a la involución propia del ser.
Quién no desea ser religioso ni católico, pero decide ser una buena persona, independientemente de ello, no se siente molesta por estas imágenes porque sabe que se refieren a excelentes modelos de seres muy dignos de imitar y venerar, pues, quién decide ser una buena persona, desea que todas las personas sean como lo expresado en esas imágenes, porque se da cuenta cómo sería el mundo de esa manera. Se da cuenta también que las desgracias, guerras y muertes no son responsabilidad de Dios sino de todos aquellos que se han olvidado de Él y actúan en contra de sus mandamientos.
Por eso, dejar que los cristianos se expresen beneficia más al que no cree, porque constantemente está siendo invitado a dejar el camino de la corrupción que conduce a la muerte, a cambio del camino de la vida que conduce a la felicidad.
Las imágenes católicas nos recuerdan que no convienen las guerras, que no es bueno esclavizar a la gente, que no debemos robar, ni dar falsos testimonios ni mentir; nos recuerda que no debemos… pero estas cosas molestan a muchos que se tapan los ojos con las manos y piensan que nadie los ve. Porque si lo mirasen de otro modo, estas imágenes nos recuerdan que el amor es posible, que es posible la evolución humana hacia la perfección total, hacia las buenas relaciones personales, la plenitud de los sentimientos, la alegría y felicidad que perdura…
Yo pregunto, si retiran las imágenes religiosas ¿qué pondrán a cambio? ¿Un vacio? ¿Un líder marxista? Dentro de todas estas diferencias ¿cuál de todas conviene al pueblo? Porque si hablamos de la conveniencia de los que están en función de Gobierno quizás la imagen de alguien corrupto sea la más adecuada, pues en ese espejo se verán sin cargos de conciencia.
¿Qué te ofende? ¿Las imágenes católicas o tu conciencia? ¿Cómo te vas a liberar de ella?
Juan C Starchevich
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El retiro de símbolos religiosos es una confrontación gratuita
Santa Fe, 19 Nov. 10 (AICA) - Símbolos religiosos en lugares públicos -El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y vicepresidente segundo del Episcopado, monseñor José María Arancedo, consideró como “un planteo injusto” y una “confrontación gratuita" sobre problemas que “no existen”, el proyecto de ley de la diputada Alicia Gutiérrez con el objetivo de promover el retiro de los símbolos religiosos de lugares públicos.
“La presencia de símbolos religiosos tiene una razón de ser en la vida e historia de una comunidad que hay que saber leer y respetar. No se puede borrar la historia religiosa o cultural de un pueblo desde una aparente actitud de progresismo cultural”, recordó.
Tras señalar que “los momentos mayores de nuestra historia estuvieron marcados o presididos por una referencia explícita y pública a Dios”, hizo hincapié en la Constitución Nacional que “al tiempo que abría las puertas de la Patria naciente a ‘todos los hombres del mundo que quieran habitar en suelo argentino’, no ocultaba una invocación a Dios ‘fuente de toda razón y justicia’, y presidía ese acto solemne un crucifijo, símbolo de la fe cristiana”.
“El justo orgullo de ser ‘cuna de la Constitución’, no nos debería hacer olvidar las raíces y razones de fe de nuestros mayores de la cual somos herederos, y en la cual hemos crecido. Ellos no discriminaron a nadie, por el contrario su fe los hizo abiertos a todos y respetuosos de todos”, aseguró.
El prelado insistió en que “también a nosotros, como santafesinos, nos acompaña la devoción a la Virgen de Guadalupe que ha sido proclamada nuestra patrona”.
“Negar esta presencia es, también, un acto reñido con la pacífica, religiosa y tolerante historia de nuestra provincia”.
Por último, monseñor Arancedo consideró que “a nadie se le puede ocurrir pensar en discriminación por la presencia de estas imágenes que tienen una razón de ser en la comunidad”, y reclamó “madurez histórica, respeto social y prudencia política en nuestros legisladores” en el tratamiento de esta iniciativa.+
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